El abogado de la víctima de la golpiza contó que el músico habrá tenido un mal día y remató por su vecino. Los fuertes golpes le dejaron con secuelas a su cliente, he’i.
Se realizó el encuentro en tribunales entre el músico Diego “Perro” Mieres y su vecino Ángel Rigoberto Ojeda. Fue un encuentro de conciliación. Se vieron las caras, pero no se abuenaron ni se perdonaron. Así que, la causa se va a resolver en un juicio oral y público a pedido de los familiares de la víctima, que es un hombre mayor. El tecladista de “Los Kchiporros” fue querellado el año pasado después de reventar a golpes, según la denuncia, a su vecino Ángel Rigoberto.
“El músico llegaba a su casa y el vecino dijo en voz alta ‘ahí viene Kchiporro’. Eso le molestó. Por lo que veo tenía un mal día y remató por el vecino, ocasionándole lesiones por los golpes”, recordó a Crónica el abogado Julio Villanueva.
El abogado contó que si bien la familia estaba dispuesta a conciliar, el músico “no dijo ni una sola palabra”, dejando que hable solo su abogado. “Ni se dignó a pedir disculpas por lo sucedido”, comentó Villanueva. “La querella es por lesión, ya que él le habría agredido a su vecino sin ninguna justificación”, agregó.
Contó que el músico pidió a través de su abogado que la familia retire la denuncia en su contra, que no se mostró tampoco abierto a una conciliación. “Nosotros no accedimos y solicitamos en ese momento que se eleve la causa a jucio oral”, dijo.
Villanueva contó que el hombre que fue supuestamente moqueteado por el tecladista de “Los Kchiporros” podría quedar con secuelas. “Tiene que hacerse algunos estudios. No está caminando bien, renguea al caminar y lo más probable es que tenga que hacer fisioterapia”, dijo.
Déjanos tus comentarios en Voiz