EE. UU. Cansado de no poder pegar un ojo por culpa de una pareja de vecinos porque osapukái a la hora del “ya tú sabes”, un arriero de yanquilandia decidió ponerle fin al asunto con un feroz escrache en redes sociales.

Con la idea de cambiar la penosa sitú, les dejó una grabación de sus gemidos, un gráfico explicativo y una carta que se volvió viral.

Ikuerái ndaje de escuchar a sus vecinos teniendo sexo y dejó una nota pegada a su puerta, con una grabación de sus escandalosos gemidos como prueba.

“A mis ‘vecinos’ de condominio les gusta tener sexo ruidoso. Después de avisarles previamente, no se han detenido, así que les dejé una bonita nota en la puerta para que todos la vieran”.

Como para dejar en claro el descontento fue un paso más allá e incluyó un gráfico y adjuntó una grabación para demostrar su punto.

La nota comienza diciendo que vivir en un condominio significa estar más cerca de tus vecinos de lo que normalmente estarías.

Eso implica que se escucha todo voi, por más que se pone contento de la saludable vida sexual que llevan, ya ovaléma. “Estoy muy feliz de que tengas una excelente vida sexual, pero creo que puedo hablar por muchos de nosotros en el edificio cuando te pido que te calles. Me siento mal por tus vecinos inmediatos”, agregó.