El expelotero, también campeón con Cerro Porteño en los años 1998 y 1999, dijo sentirse “bendecido”, por todo lo que ya le dio el fútbol.

• Por Gerardo Benítez Monges

Luis Fernando Escobar asumió las riendas en el Deportivo Santaní, con la misión de levantar vuelo y hacerlo de nuevo un protagonista en el torneo de la Intermedia, pues el objetivo final de la directiva y toda la ciudadanía santaniana es que el equipo participe de vuelta en el torneo de honor, el año próximo.

El estratega había sido destituido semanas atrás en el Sportivo Luqueño, pero muy pronto, él y todo su equipo, encontró de nuevo la posibilidad de dirigir a otro equipo; esta vez, uno grande del Interior, como el Deportivo Santaní.

“Cuando llegué a Santaní encontré algo muy similar a lo que es Luqueño; esta ciudad es muy futbolera también, la gente siente los colores del club y todo eso se puede ver por las calles”, contó Escobar, quien fue presentado al plantel este lunes 3.

IMPORTANTE

“En lo profesional es muy importante el hecho de haber terminado trabajando en un club y tener de nuevo la posibilidad de trabajar en otro”, explicó, para destacar que, “sabemos que en el interior del país es el que más participación ha tenido en Primera División y por eso es un gran desafío. Tenemos la firme intención de cambiar la situación, sumando puntos, el torneo es largo y recién se disputaron cinco fechas, aún no hay despegue importante de la gente que está más adelante, por lo que todo es factible aún”.

Por último, dijo que “es un l indo desafío el que tenemos, porque al final de cuentas, si sobresalís en este tipo de situaciones, es cuando se te tienen consideraciones”.

“Debutar en Luqueño y los dos títulos con Cerro, los mejores”

Escobar recordó los mejores momentos de su vida detrás de la pelota. Y en ese sentido mencionó que cuando debutó en Luqueño, en 1994, con el profe Crispín Rafael Verza y los dos campeonatos con el Ciclón, en el 98 y 99, son imborrables en su memoria.

“Ya había jugado antes en la Primera de Luqueño, pero debuté oficialmente con el profesor Verza, y los dos campeonatos con Cerro Porteño son las dos cosas que nunca olvidaré en mi vida, fueron mis mejores momentos que me tocó vivir como futbolista”, indicó.

Ofició de albañil con su papá para poder adquirir su pase

El ahora DT de Santaní comenzó a chutar a la pelota en el club Sport Primavera de Luque. Cuenta que para pasar a las formativas del “Chanchón” tuvo que ayudar a su papá, como albañil, a construir unas graderías en el club, de modo a obtener su pase. Eso fue allá a inicios de la década de los 90. Otro punto destacado es que le lleva a las canchas a su primo Ángel, un chico con síndrome de Down, que lo tiene como un compañero de suerte, como una cábala. “Él es mi compañero, siempre está conmigo”, sostuvo.

“Hicimos un buen trabajó ahí”

El capítulo Sportivo Luqueño es un tema también enfocado con Escobar. “Justo me sacaron el día del centenario del club, creo que hicimos un buen trabajo, aunque pensamos que podíamos estar mucho tiempo más”. Dijo también que el aspecto político pudo haber tenido su peso para su salida, ya que mencionó que la directiva anterior, presidida por Celso Cáceres, lo había contratado.

“Pero es normal este tipo de situaciones, lo importante es que estamos tranquilos, hicimos un buen trabajo”, le bajó.

“Mis hijos son mi fortaleza”

Como pelotero, Luis Fernando Escobar chutó en muchos clubes, a más de Luqueño y Cerro Porteño. También militó en Colegiales, 12 de Octubre de Itauguá, Sport Colombia, Santa Lucía de Guatemala, San Lorenzo y Nacional, entre otros. Como técnico tiene a patadas varios títulos de campeón, con clubes del interior, incluso con la Liga Luqueña de Fútbol.

Tiene dos hijos universitarios, José Luis y Marisol. “Los dos son mi fortaleza”, dijo.