La actriz Maricha Olitte recuerda todo lo que sufrió soportando una celiaquía que la tuvo al borde del colapso. Descubrió muy tarde su condición, por lo que seguía comiendo muchas cosas que le hacían daño hasta el punto de destruir parte de su intestino.

-Sos celiaca y vimos que estabas pidiendo que los bares y restaurantes les tengan más en cuenta, ¿cuesta conseguir menús para celiacos? – Soy celiaca desde hace 10 años. Me diagnosticaron celiaquía después de tanto ir y venir por cólicos, pensando que era un problema estomacal lo que tenía. Había sido era un problema intestinal a causa de la celiaquía. Anteriormente me costaba muchísimo conseguir comida para nosotros. Pero después con el tiempo se fueron abriendo más propuestas. Aunque los bares de repente tengan opciones, no conocen todas las reglas. Entonces nos contaminamos de manera cruzada. No es un lugar para nosotros.

– ¿Cómo sería un lugar seguro? – Un lugar seguro será el que tenga una cocina aparte, una olla aparte, un horno aparte. Cosas así que no contaminen nuestro alimento. Generalmente donde hay harina, donde se hacen milanesas, se complica un poco.

– ¿Cómo es tu día a día con la comida? Hay tantas cosas que no podés comer… – En mi casa se come la comida para celiacos. Generalmente el fideo que comemos es sin gluten. Se consume mucha comida saludable gracias a que mi hija es nutricionista. Ella cambió todo el sistema de alimentación. Así que poco o nada de gluten se consume en la casa. Ya en mi familia estamos más que acostumbrados.

– ¿No es fácil para vos encontrar lugares donde puedas salir a cenar, por ejemplo? – Nos vamos a lugares donde solamente se consume  comidas para celiacos y ellos consumen de la misma manera y disfrutan también conmigo de las comidas. Ya no busco pizza, bollo, helados, porque ya hay gente que hace todo para celiacos. En el exterior descubrí los cucuruchos libres de gluten, por ejemplo. Ahora también ya hacen acá.

– ¿Qué cosas no podés comer? – Lo que no puedo consumir es todo lo que contenga trigo, centenos, avenas y cebadas. Todo lo que contenga esos cuatro tipos de cereales no puedo. Todo lo que contenga gluten no puedo.

– ¿Qué cosas que te gustaban y que comías frecuentemente tuviste que dejar ya de por vida? – Antes de descubrir que era celiaca comía una rica pizza con borde relleno, por ejemplo. Salía en familia a disfrutar de esas delicias. Venía descompuesta culpando al vino que tomé. Y no me iba nunca más a ese lugar, pero era el pan o la prepizza que me hacía mal. Algunos dicen “yo no puedo vivir sin comer lo que me gusta”. Yo, sin embargo, puedo vivir y vivo feliz. Porque traía años soportando dolores, con ganas de ir al baño, con urgencia y no poder. Millones de condiciones. Aparte, los dolores de cabeza y mi piel que se resentía. Hasta que mi hermana Majo me dijo: “Hacete los estudios, capaz vos también sos celiaca y no sabés”. Y me fui a mi médico. Me dijo: “¡Pero qué vas a ser celiaca!”. Me dio todos los no síntomas. Çuando me hizo los estudios grande fue la sorpresa que sí era. Yo tenía la sangre y el intestino ya todo deteriorados. Inclusive me llegué a operar y quedé con las secuelas de los intestinos dañados por la celiaquía. A esa cirugía me sometió. Tuve oclusión intestinal y también adherencia.

CONTAGIADA POR AMOR

– Hace poco estuviste con covid, dijiste que fue por amor, ¿a pesar de estar sana decidiste tomar el riesgo para cuidar a tu mamá? – Estuve con covid, fue por amor. Sabía a lo que me exponía. Mi mamá dio positivo y yo me metí con ella (en su internación) sabiendo a qué me exponía. Me interné con ella.

– ¿Cuál fue el momento más duro? – El momento más duro fue cuando supe que le contagié a mi marido. Yo estaba internada con neumonía y él haciendo el tratamiento ambulatorio. En ese momento me di cuenta de que expuse a mi familia también. Gracias a Dios mi marido es super fuerte. Zafamos bien, aunque me quedé con secuelas. A mis hijos no les tocó. Esa fue la peor parte que pasé, aparte de estar internada. Fue muy duro separarnos todos, los cuatro. Casi 15 días, sola, fue muy duro.

ACTRIZ

– Pasando a otro tema, ¿cuántos años llevás como actriz? ¿Te hiciste actriz por tu papá? – Sí, me hice actriz por la admiración que sentía hacia mi papá. Empecé en el año 1995, hace ya 26 años de esta hermosa carrera donde se trata de hacer reír. No me veo haciendo otra cosa. Lo mío es sacarle sonrisa y a arrancar una carcajada a la gente. El teatro es lo mejor que me puede pasar.

– ¿La comedia es tu fuerte? – En todas las comedias que realicé escuché la ovación del público. Eso es muchísimo.

– También tuviste tu paso por televisión… ¿dónde te sentís más cómoda, en la tele o en un escenario? – Tuve mi paso por la televisión, que para mí es un trabajo que se ve. Algo que me lleva mucho trabajo, entonces te tienen como en una vidriera. No es lo que me mueve. El teatro es lo mío.

– ¿Tenés nuevos proyectos? – Estoy con un proyecto precioso que ya les voy a comentar más adelante. Salir del covid me ayudó a fortalecerme y para decir que tengo mucho para dar todavía. Me ayudó a fortalecerme espiritualmente y a venir con todo. Me ofrecieron un papel interesantísimo en una comedia que ya se van a enterar.

FAMILIA

– ¿Cómo está formada tu familia? – Mi familia está formada por mi marido Gaspar y mis dos hijos. Thalía de 24 años, nutricionista, y Tobías de 17 que está terminando el colegio este año.

– ¿Quisieron seguir tus pasos? – Yo le llevé alguna vez a Thalía a actuar conmigo porque es super simpática, pero había sido ella es extremadamente tímida igual que su papá. Y un día me paró y me dijo: “No es esto lo que yo quiero hacer. Por favor, no me lleves más”. Como siempre les dejé hacer lo que ellos quieran hacer, le hice caso. Ella siempre quiso ser nutricionista, le hice estudiar y terminó con honores. Hoy ejerce esa profesión brillantemente, ya tiene sus pacientes formados.

– ¿Pero te apoyan en tu carrera de actriz? – Tengo una hermosa familia, es el regalo más grande que Dios me dio. Un esposo maravilloso que soporta mis locuras y apoya en todos mis proyectos. Y mis hijos que son divinos, son mis tesoros más grandes.

– ¿Seguís en la Muni de Fernando de la Mora? – Sí, sigo en la Municipalidad de Fernando de la Mora como directora de Cultura con un año de gracia. Como el año pasado no hubo elecciones, seguimos, pero creo que ahora sí se van a realizar. Tengo la fe de que este proyecto va a seguir. Sería un orgullo poder seguir. Abrí con orgullo la primera escuela de Arte Dramático. Hoy ya tenemos dos promociones de nuestra escuela de teatro.

– También empezaste la Facu… – Estoy en la Facultad, decidí seguir la carrera de Relaciones Públicas. Nunca es tarde cuando Maricha es buena jajaja… No sé dónde iré con ese título, pero estoy feliz de hacer cosas que no hice en su momento•