Un hecho fuera de serie ocurrió en la ciudad de Juan León Mallorquín, departamento de Alto Paraná.

Un funcionario de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) identificado como Bernardo Cáceres, quien se encontraba trabajando junto a otro compañero en la zona de Ka’arendy Guazú, a 3.500 metros de la ruta PY 02, fueron protagonistas de un desquiciado que se enojó porque quedó sin luz, ya que tenía una conexión clandé.

“Estuvimos haciendo mantenimiento, cambio de columnas, conectores y conexiones clandestinas y había una empresa contratista que tenía que llevar los cables como prueba de que desconectaron las conexiones irregulares y el usuario no quería que lleven”, he’i a Crónica don Bernardo.

El usuario fue identificado como Enrique Irala, que según el funcionario el mismo tenía una conexión irregular, por lo que se puso a la defensiva, además cuando los empleados llegaron (al barrio) Irala ya se encontraba frente a su casa con un arma en la cintura.

“Yo decidí retirarme del lugar y le dije que las mejoras no iban a continuar en su barrio porque no quería devolver los cables, nos subimos a la camioneta y al salir de ahí comenzaron los disparos que fueron aproximadamente cuatro e impactaron en la parte trasera del móvil”, afirmó Cáceres.

Los funcionarios no podían creer lo que ocurrió y decidieron realizar una denuncia formal en la Comisaria 10.ª contra Irala, por tentativa de homicidio doloso.

Estatal brindó apoyo y lanzó comunicado

Tras lo acontecido, donde casi pierden la vida funcionarios de la ANDE, la empresa utilizó sus redes sociales y tomó postura sobre el hecho.

“La ANDE ha dispuesto el acompañamiento legal a las víctimas y no escatimará esfuerzos ni recursos hasta lograr el esclarecimiento del hecho y la consecuente penalización al agresor”, decía parte del comunicado.

He’i avei que “la ANDE expresa su total apoyo a los funcionarios y a todos aquellos que por la naturaleza de sus funciones se exponen no solo al peligro que conlleva el trabajo en las redes eléctricas, sino a hechos de agresión física como lo acontecido”.

“Estamos acostumbrados a los maltratos”, he’i don Bernardo

Don Bernardo, uno de los afectados, contó que los funcionarios están expuestos a todo tipo de maltratos.

“Realmente es la primera vez que es así con arma de fuego, pero siempre estamos expuestos porque hacemos trabajos por todos lados y cuando salimos a trabajar estamos expuestos, recibimos reproches verbales, tratamos de hablar con los usuarios, pero siempre nos maltratan, estamos acostumbrados a eso”, dijo Bernardo.

Agregó que muchos de los usuarios tienen problemas personales y se toman con ellos para sacarse el enojo o la frustración ndaje. No es la primera vez que pasan por hechos de violencia