Motivada por el dolor de haber perdido a su padre hace dos meses por causa del virus vai y con su suegra luchando por su vida en una Unidad de Terapia Intensiva, Griselda Elizeche no quiso quedarse de brazos cruzados mientras miles de personas se siguen contagiando con este mal. Ideó una manera de cuidarnos entre todos por medio de la concienciación ciudadana que por el momento está lejos de ser inmunizada, según mencionó.

“Ya presenté mi propuesta al Ministerio de Salud, que es una forma de diferenciar a las personas que están contagiadas o quienes tienen sospecha de estar con el virus, pero que no les queda de otra que salir por lo menos para ir a comprar sus alimentos. La idea es usar un sencillo código de color en los tapabocas”, contó.

“Cada color indicará el grado de la enfermedad. Siendo el color rojo para quienes han dado positivo. Amarillo para los que están esperando resultados del test y para quienes han dado negativo, el color verde será ideal”, he’i.