El zaguero, que también tuvo su pasado de gloria con Olimpia, revive su trayectoria y otros detalles de su carrera pelotera.

POR JUAN V. DUARTE

Hay jugadores que pese a no tener una exposición mediática importante dejaron su huella en clubes de nuestro país. Y Víctor Brugada es uno de ellos. Referente de Sol de América en los años de mayor esplendor del Danzarín, sobrelleva sobre sus hombros el hecho de haber sido parte importante del primer título logrado en Primera División del club, en el año 1986.

“Sol de América fue mi hogar, siempre fue mi casa, soy un hijo mimado del club, porque yo nací futbolísticamente en el club y lo mejor que me dejó el fútbol fue eso, los amigos que pude cosechar. Lastimosamente en mi época no se ganaba tanto dinero como ahora, uno jugaba por amor a la camiseta, hoy es muy distinto”, comentó de entrada.

Adentrando en lo que fue aquel título logrado por Sol, recordó: “La verdad que hicimos historia, fuimos los primeros jugadores en darle esa alegría al pueblo solense y es un orgullo muy grande que lo llevamos los jugadores, la comisión directiva liderada por un señor dirigente como don Luis Óscar Giagni, el club era muy organizado en esa época”, refirió.

Brugada tampoco es indiferente con la realidad actual del equipo, que viene arrastrando muy malos campeonatos, así como el actual.

“Está mal, malísimo y encima hay dinero” añadió, para luego mencionar que no hay una explicación con relación a la realidad actual. “Los jugadores lo tienen todo, pero el equipo está muy bajo y lo peor es que hace bastante tiempo ya que viene tambaleando, ahora está peor”, remarcó.

Brugada llegó a Olimpia en el 90 y estuvo en el plantel que lo ganó todo en ese año. “Conseguimos los títulos de la Copa Libertadores, Supercopa y también estuve en la final de Copa Intercontinental. Mi deseo era jugar esa final. Recuerdo que Mario Ramírez (Robocop) se lesionó a los 36 minutos ante el Milan. Entonces, Cubilla ordena que Chamas y yo comencemos a calentar, pero al final no me hizo entrar”, refirió. En la Franja permaneció hasta 1992 y cuando llegó Roberto Perfumo todo cambió. “Muchos quedamos afuera, sacaron como a 15 jugadores del plantel”, recordó.

La suerte también se le mostró esquiva a Brugada, cuando fue convocado a la Albirroja y explica por qué: “Estuve en la selección con Eduardo Luján Manera, yo estaba para ser titular en el debut de las eliminatorias para Italia 90 ante Colombia, pero una semana antes del debut le quitaron a Manera y volvió a Cayetano Ré. Finalmente quedé como suplente en casi todos los partidos”.

En el último partido con Ecuador nuevamente estaba para titular, pero al final… “Juan Bautista Torales estaba enfermo, entrené toda la semana de titular y al final volvió a jugar Torales”, remarcó.

Para Víctor, un gran amigo que le dejó el fútbol fue Gustavo Neffa. “Es mi mejor amigo, mi hermano, hasta ahora somos grandes amigos. Pero tengo muchos otros amigos, Jose’i Alfonso es uno de ellos”, afirmó.

También destacó a los técnicos con los que tuvo la ocasión de trabajar. “Sergio Markarián, Ferenc Puskas, Eduardo Luján Manera era un maestro, Gabriel Macaya era de la gran… de todos aprendí muchísimo”, agregó.

Tampoco olvidó la gran ayuda que recibió de Alejandro Richino, legendario expreparador físico de Olimpia. “Yo fiché por Olimpia en plena etapa de recuperación de una operación de la rodilla y el profe Richino me ayudó muchísimo para recuperarme. Gustavo Neffa me acompañaba a todos lados”, recordó.

Una vez más, Brugada estaba para jugar la primera final de Copa en el 91 ante Colo Colo, pero… Practiqué de titular esa semana. A ‘Vicky’ Cáceres le habían expulsado. Entonces Silvio Suárez pasó a la derecha. Unos días antes fui al bingo a buscarle a mi pareja a las 22:00, Luis Cubilla salía justo y al día siguiente le dijo a Richino que me vio a las 2 de la mañana, borracho. De un día para otro quedé fuera del equipo”, he’i. Finalmente, recordó a los delanteros que más le costaron marcar. “Gabriel González, Nicolás Azuaga, Arístides Rojas, Tarciso, porque eran muy rápidos”, concluyó.