Al parecer la paciencia terminó para muchos almaceneros que luchan contra la crisis por culpa de la pandemia. Y pese a que se sabe que casi no hay plata, los del rubro aseguran que muchos clientes, más conocidos como los libreteros, se pasan de la raya y hace un buen tiempo no van junto a ellos para ponerse al día con sus deudas por lo que tuvieron que tomar medidas más drásticas.

“Muchos en esta pandemia me debieron demasiado y ahora ya no pasan ni frente a mi casa. Se hacen de los ñembotavy y nosotros necesitamos cobrar también, tenemos que comer como ellos”, mencionó a Crónica doña Rosa Coronel.

La mujer mencionó que irse a aplaudir hasta la casa de los morosos no bastó por lo que tuvo que poner frente a su local un feroz cartel con el nombre y apellido, más el monto que dejaron de clavo los letrados, algo que “encendió” las redes sociales.

“Yo sé que muchos se van a enojar, pero no hay otra forma poder requerirles. Algunos ya declaré perdido y por eso hice”, contó la mujer.

Doña María Gutiérrez también pasó por lo mismo y pese a que todavía no tomó esta decisión aseguró que está a pasos de escrachar a sus cl ientes “sinvergüenzas”.

“Siempre les di posibilidades de que puedan pagarme, pero no quieren nomás. No tienen luego vergüenza, yo sé que estamos pasando por una situación difícil, pero no pueden ser así, nosotros estamos trabajando nomás también”, reclamó la doña.

Quieren «matar» la libreta en ¡plena crisis!

Doña Flora Acosta asegura que tuvieron compasión de muchas personas durante todo este tiempo de la pandemia debido a que varias familias se quedaron sin su sustento diario. Pese a todo eso, un montón no valoró el sacrificio que hicieron por ellos y en vez de dar para seguir recibiendo se hicieron de los desentendidos ndaje.

“Lo que más nos molesta es que te vas a pedirle y te dicen que no tienen para darte, pero después les ves y están comprando de otro lado y para completar con plata en mano” lamentó.

Explicó que las libretas ya le generaron muchas pérdidas por lo que están a punto de mandarlo al cementerio avei en este tiempo del covid. “Parece que vamos a dejar de fiar”, tiró.

No usó libreta en su negocio y por eso sobrevivió en la pandemia he’i

Si bien anotar en las libretas es una práctica común en muchos barrios, están algunos almaceneros que desde su inicio se evitaron el akãrasy. Doña Blanca Villar es una de ellas, ya que asegura que nunca “fió” a sus vecinos justamente por el miedo a terminar perdiendo.

“Yo creo que es una cuestión de costumbre nomás. Algunos cobran mensual o semanal y tienen que saber administrarse para poder hacer las compras. Yo no les acostumbré con anotar, no tengo luego libreta”, dijo la mujer.

Explicó que tuvo que chulear muchos intentos de parte de los vecinos, pero su fuerte carácter le ayudó por lo que hoy su despensa goza de buena salud económica.