“Mi mamá me dice para hacer una misa de liberación, una especie de exorcismo para que se vaya”, contó la joven conductora.

Subirse al auto y salir a pasear. Relajarse e ir mirando el paisaje mientras se charla con un amigo o una pareja… Pocas sensaciones son más relajantes para aquellas personas que disfrutan esa propuesta.

Pero qué ocurriría si al viaje se va de “colado” alguien que no fue invitado, y peor aún si ¡ni siquiera se sabe quién es! Eso es lo que vive Alejandra Díaz cada vez que sube a su vehículo.

La joven asegura que allí, en el habitáculo del rodado ¡hay un fantasma! “La primera vez que le vi me quedé congelada. Pero seguí como si nada pensando que fue alguna alucinación.

Pero en cada viaje lo veo, el muchacho –es la figura de un hombre– está ahí en el mismo lugar del auto sentado. Vive en el vehículo”, contó a Crónica la mujer.

“Hace como dos meses que mi hermano compró el vehículo y cada vez que yo uso veo al hombre, oho ha’e chendive a todos lados. Le veo, es flaco, se siente tristeza en él. Pero no se manifiesta, solo está ahí, no es hincha bola”, agregó.

Alejandra dio a conocer su historia en sus redes sociales y comentó lo que pasaba a sus familiares, quienes le aconsejaron hacer una especie de ¡exorcismo a su auto! “Yo ya me acostumbré a su presencia porque no me hace nada, pero mi mamá me dice para hacer una misa de liberación, una especia de exorcismo para que se vaya. Estamos viendo. No sé qué se puede hacer, pero yo lo cuento porque es algo increíble”, agregó.

“Se siente raro ir en el vehículo con un alma en pena. A mí me pasa y todos los días, no te miento. Me dicen que le pregunte a este ser cómo se llama para hacer una misa en su nombre para que descanse en paz, pero no me animo a hacerlo”, finalizó.

En un control en la Costanera un oficial le paró y vio también

Alejandra contó que no sabe de dónde pudo haber salido lo que ella asegura es un alma en pena que no sale del habitáculo de su auto.

“No le encuentro explicación”, dijo. Eso sí, contó algunas experiencias que vivió con una de sus amigas.

“Hace un mes y medio por ahí me agarró un control en la Costanera. Esa vez venía con una amiga del Hospital Barrio Obrero y el oficial me pregunta cuántas personas están en el vehículo, y yo le dije que somos dos, pero él mira y me dice ‘¿y el muchacho de atrás?’ O sea ¡el oficial lo vio también! Mi amiga no lo pudo creer”, sostuvo.

“Lo primero que le digo es: ‘No me vayas que asustar’”

“Como te digo, yo ya me acostumbré y cuando subo al vehículo lo primero que le digo es ‘no me vayas que asustar’”, dijo Alejandra.

La joven contó que hasta siente que el póra la cuida.

“El otro día paró el vehículo a tres cuadras de mi casa. Yo tenía que pasar por una doble avenida y en ese lapso justo hubo un accidente en esa esquina. Yo me quedé impactada. A lo mejor me pudo haber prevenido para que no sufra ese choque. Mi cuñada me dijo ‘te quiere, por eso te cuidó’. Cualquier cosa nomás ya pienso. Es muy raro, muy loco todo lo que cuento, pero es lo que ocurre”, sostuvo.