Humillante situación pasaron familiares de una doña que falleció en el Hospital Regional de Villarrica. “Pejehecha peê heseve, ore heta ore trabajo”, fueron las palabras de funcionarios ante el pedido para colocar el cuerpo de la finada en un cajón.

A tempranas horas del viernes el sonido del teléfono despertó a don Carmelo Aguilera, era un pedido de solidaridad, una vecina había fallecido en el Hospital Regional de Villarrica.

Una familia de muy escasos recursos no tenía forma de comprar un ataúd para retirar a su ser querido y darle cristiana sepultura. “Pareciera que el pobre no tiene derecho de ser tratado dignamente ni después de su muerte”, lamentó el karai, quien sintió tanta impotencia por la situación.

“Eran las 4:30 de la mañana cuando me llama un familiar de la señora fallecida y me dice que no tienen un solo guaraní para comprar el ataúd, entonces me comunico con el intendente Alejandro Aguilera, quien me dice que pase a retirar de la funeraria la caja, fui con un motocarro a retirar la caja mortuoria”, empezó contando.

Pero la indignación mayor fue la manera en la que encontraron a la difunta. “Nos entregaron a la persona como si fuera basura, estaba acostada en un pasillo, ni siquiera con una sábana la taparon, incluso tenía aún la vía por donde recibía el suero, eso yo le tuve que quitar, el personal del hospital nos dijo que ellos no nos podían ayudar que estaban muy ocupados, pejehecha peê, nos dijo y nos dieron una bolsa mortuoria para colocar a ese ser humano, es muy doloroso que hayan perdido su humanidad”, he’i.

La humillación no terminó allí, dijo que en la funeraria pidieron G. 1.000.000 para hacer el servicio, pero como la casa de la difunta quedaba en el barrio Estación a solo a unas 15 cuadras del hospital y no tenían ese dinero, entonces le pidió socorro a otro vecino. “Le pedí que nos preste su camión furgón para retirar el cuerpo y de esa forma sacamos del hospital el cuerpo de una humilde mujer”, contó.

TRES CUERPOS

“Eran tres cuerpos los que estaban prácticamente tirados en un pasillo del hospital, ni siquiera con una sábana estaban tapados, la gente pobre no es respetada después de morir”, lamentó.

Indignación por el trato que recibe la gente muy pobre

“Le pedí a un muchacho que filmara la forma en que tratan a los pobres, no para mostrar lo que hice, sino que me duele muchísimo que traten así a los más humildes, mi indignación contra los funcionarios”, dijo.
Don Carmelo sostiene que deben entregar a los difuntos como corresponde, “el director del hospital tiene que prever que haya personas que hagan ese trabajo, que se entregue en forma a las personas”, he’i.
“No es la primera vez que hago esto de golpear puertas para ayudar a la gente, porque nadie está preparado para los gastos cuando llega la muerte, pero es la primera vez que entregan a un difunto como si fuera basura”, lamentó.

“Hay que denunciar estas cosas, no pueden tratar así a la gente”

“Mi dolor es por la gente insolvente, ellos no tenían ni para comprar un tabapocas, la señora no falleció por covid, ella tenía otras enfermedades, desde hace mucho tiempo estábamos haciendo actividades para ella. Hay demasiada necesidad, lastimosamente tenemos que vivir de pollada en pollada”, contó.
“Le pido al director del hospital que tome cartas en el asunto, es demasiado fuerte lo que vivimos, no pueden tratar así a la gente, por eso quiero que todos sepan lo que pasó para que nadie más tenga que pasar por esta situación. Hay que denunciar estas cosas, pasamos por tantas arbitrariedades y más si son los pobres”, señaló.