Ricardo Garay contó en esta nota los obstáculos que pasan los futbolistas que vienen del interior del país.

• Por Arturo Rojas C.

Batallador con todas las letras. En Ciudad del Este, cuando pintaba para surgir en el 3 de Febrero, Ricardo Garay (24) ya sabía lo que era el sacrificio diario de perseguir el gran sueño de ser futbolista.

Pero cuando cambió su vida, el hecho de venir a Nacional tuvo que lidiar con varias cuestiones que la afición no sabe. “Uno cuando viene del interior sufre el doble de los que están compitiendo acá, es como que no estás en tu casa, como que te falta algo todo el tiempo, por eso a veces hay que esperar que los muchachos que vienen de otros lugares se adapten bien para mostrar su potencial”, dijo el central en charla con Crónica.

Habló la voz de la experiencia. “Yo vine solo a la Reserva, tenía que buscar dónde vivir, tratar de no perderme en la ciudad, cosa que me pasó también (entre risas), te cambia la vida, venir solo a la ciudad te ayuda a madurar, a valorar de formas diferentes las cosas, eso por ejemplo no aprendés en la cancha, es un papel fundamental también saber adaptarte a otro lugar, sobre la marcha nomás se da, si no aguantás, volvés a tu casa”, agregó el defensor.

A pesar de las dificultades que tuvo al comienzo, con el tiempo Garay logró acomodarse para hacer su carrera. Pero como él mismo lo dice… “Cuando uno busca sus sueños aguanta todo, no fue fácil para mí ni mi familia tenerme lejos por ejemplo, pero estaba decidido que iba a vivir de lo que más me gusta”, finalizó el central.

El delantero más “pesado” al que marcó

Si bien Ricardo Garay solo tiene 24 años, ya tiene muchos partidos en la Primera y enfrentó a muchos delanteros de peso en su carrera. Pero a uno de los que tiene como el más complicado de marcar es Diego Churín, quien ya salió de Cerro Porteño (para su suerte).

“El más difícil de marcar, o uno de los más difíciles en mi carrera fue Diego Churín, ipesado pe tipo, no deja de pelear ninguna pelota, te presiona y le gusta luego ir al choque, a veces tenía que patearle para intentar que se ponga nervioso y reaccione”, recordó.

Por ser tímido, no se acercó a pedirle la casaca a su ídolo

Como todo futbolero y contemporáneo, el ídolo de Ricardo Garay es Roque Santa Cruz, referente de Olimpia. Comentó una particularidad en este caso. “Siempre fue mi ídolo por todo lo que hizo en la selección nacional, y jugar contra él para mí ya es un gran honor, a veces le pateo nomás un poco pero él no te dice luego nada”, contó entre risas.

Muchas veces quiso cambiar camiseta con el Roque, pero… “Soy tímido y no me quiero acercar a pedirle, pero ahora tengo que aprovechar que supuestamente ya es su última etapa, todos los muchachos luego se adelantan también para tener su camiseta”, recordó.

La historia que recuerda con Guille Paiva

En el 2016, Ricardo Garay y Guillermo Paiva fueron convocados por el DT de la selección nacional Sub 20, Pedro Sarabia, para unos amistosos. Lo extraño del caso es que en ese entonces los dos estaban en el 3 de Febrero, en la Intermedia.

“Nos miraban raro loperro, éramos los únicos de la Intermedia en el plantel que se preparaba para dos amistosos, después toditos eran de la Primera, ya eran conocidos luego, ahí le dije a Paiva, aníke ñamacaneá y vamos a demostrarles lo que podemos hacer”, comentó en buena onda.

“Ndojeroviai ore rehe hikuái, después Guille metió un gol en el amistoso y yo hice un partidazo, ahí ya cambió la historia”, recordó.