Pobladores de la “Capital Espiritual del País” denunciaron que todo apunta a que se quiere “privatizar” el Tupãsy Ykua ndaje

La tradición está a punto de enterrarse bajo muros de dolor. El descontento empezó y parece no terminar hasta que la idea de separar lo antiguo y lo moderno fenezca en el olvido. Es la situación que se está viviendo en la “Capital Espiritual del País”, en donde una turba quiere cambiar lo que se pretende hacer con una de las más grandes reliquias de la ciudad.

Se trata de la iglesia ubicada al costado del famoso Tupãsy Ykua, en donde aparentemente en pocos días empezarán con la obra de amurallar esta pequeña, pero especial esquina santa en el centro de Caacupé, departamento de Cordillera.

“Quieren amurallar y si hacen eso ya no va a ser la réplica exacta de la vieja iglesia de la Virgen de Caacupé. Tiene que tener reja nomás para que sea igual, pero ellos van a cerrar todo”, dijo doña Juliana Navarro sobre la situación en la que está el tupão de la Virgencita Azul. Explicó que desde hace mucho tiempo, autoridades de la iglesia buscan cerrar por completo el lugar santo, pese a que los pobladores antiguos se opongan a la decisión.

“Con esto que van a hacer nosotros sentimos que no respetan la historia de la Virgen. Hay toda una tradición detrás de esto y no pueden enterrar con ladrillos y cemento, es triste lo que está pasando”, reflexionó la mujer.

Doña Juliana aseguró que es una de las pobladoras más antiguas y que nunca había sentido tanta tristeza por el destino de la iglesia que deja el vivo recuerdo de lo que fue la casa de la Virgencita de Caacupé.

Los devotos entran al lugar sin problema en el momento en el que necesitan, pero si se llega a cerrar no van a poder ni verla.

Por Facebook denunció el hecho el señor Osvaldo Javier Masi y hasta aseguró que “el patrimonio caacupeño está siendo dilapidado al antojo y al arbitrio de una persona que no tiene cultura ni tradición caacupeña”. Don Luis Narváez también se expresó al respecto y calificó el acto como la “privatización” del Tupãsy Ykua.

“Ellos parece que quieren privatizar el Tupãsy Ykua, no pueden hacer eso. La iglesia tiene que ser un espacio para que cualquier persona pueda entrar y rezar”, reclamó.

Muchos devotos quedaron asombrados, ya que se sienten ndaje tocados con lo que se están haciendo con la casa de la Virgen.

Liliana Zárate tiró su plagueo por medio de las redes sociales y aseguró que los devotos que no viven en Caacupé son los principales afectados debido a que cuando esté la muralla no podrán ir de visita en cualquier momento.

“El Tupãsy Ykua es un remedio para los paraguayos, si cierran toda la iglesia no vamos a poder entrar cuando pasamos por ahí porque siempre que pasa eso aprovechamos para visitar a la Virgen”, detalló. Doña María Oviedo dijo lo mismo y pidió que revean la decisión.