Es un “mundo aparte” dentro del país. Son más de 800 habitantes distribuidos en 150 familias. Hablamos de la comunidad Aché Chupa Pou, en Villa Ygatimi. Allí todos respetan al virus del momento, pero no le tienen miedo. Viven en plena “normalidad”, como lo hacían antes que la pandemia se instalara en el país. “Aquí, dentro de nuestro sitio, somos libres. Vivimos en plena normalidad, como antes. Dentro de nuestra comunidad no usamos tapabocas, los chicos juegan juntos, compartimos mate, tereré”, contó a Crónica Marciano Chevugi, líder de la comunidad.

Para don Chevugi, todos allí están protegidos por el “Kreii”, un espíritu de la naturaleza. También reciben la orientación y las profecías de los ancianos, quienes les manifestaron que lo que importa es la paz y tranquilidad.

“Aprendimos a que el virus no nos gobierne. La gente escucha cosas muy negativas, y por eso esa preocupación. Tenemos que ganar la batalla con paz, con tranquilidad. Eso tiene que gobernar en nosotros”, sostuvo.

A la consulta si creen en el virus, el líder Chevugi fue claro: “Claro que creemos, incluso ya tuvimos contagiados dentro de la comunidad. Pero ninguno fue a los hospitales. Aquí se tratan con remedios naturales y con la protección del “krepi”. Hasta el momento no hubo ni un solo muerto a causa del virus en la comunidad. Escuchamos muertes en los alrededores, pero aquí no se da”, comentó.

“En las afueras sí cumplimos con todo”, dijo

Eso sí, don Chevugi fue claro y explicó que al momento de salir en las afueras de la comunidad cumplen con el protocolo sanitario. “Estando fuera sí, porque no somos de ahí y como que nos obligan a hacerlo y hay que respetar. Pero aquí adentro es todo normal. Es así como combatimos a este mal, con tranquilidad y sin opresiones”, finalizó.

Combaten con los remedios naturales, he’i

Don Chevugi dijo que cuando alguien tiene los síntomas de alguna enfermedad lo tratan con remedios naturales. Para combatir al virus he’i que “lo que más la gente consume es apepu rogue, arasa ha aguacate umía porque pe mba’evai ataca las defensas y con eso se combate, explicó. “La respuesta que tenemos de los ancianos es que hay que tener tranquilidad. Es por eso que decidimos vivir libremente en la comunidad”, comentó.