El arquero del Deportivo Ameliano, equipo de la Intermedia, habló con Crónica y relató parte del duro camino que tuvo que recorrer para salir adelante.

• POR OSCAR PATIÑO RIVEROS

Júnior Ramón Balbuena nació en Encarnación el 31 de agosto de 1994, su madre Zulma Balbuena hizo todo lo que pudo en medio de sus limitaciones económicas para darle lo mejor. A los 10 años comenzó a jugar al fútbol en la escuela de fútbol “El Mirador”, ubicado en el barrio San Pedro de la capital de Itapúa.

Pasó por Olimpia sin mucho éxito, luego fue fichado por Libertad, donde debutó en Primera División, atravesó por una delicada lesión, se quedó sin club y tuvo que volver a jugar en ligas del interior.

En el 2019 fue contrato por Sportivo Iteño, allí estuvo seis meses y en la segunda parte del año pasó al Deportivo Ameliano, su actual club. En el 2020, a causa de la crisis sanitaria, no se jugó el torneo de la División Intermedia y ante la necesidad, el arquero tuvo que trabajar en la agricultura para sobrevivir.

Este año se reanudaron los torneos del ascenso y Deportivo Ameliano está en la zona de ascenso, ocupa el cuarto lugar en la tabla de posiciones con 24 puntos. Crónica habló con él y ésta es su historia.

“El fútbol es muy lindo, pero es un deporte muy sacrificado. Yo comencé a los 10 años en la escuela de fútbol ‘El Mirador’. En el 2008 vine a Olimpia, pero en ese momento el club no estaba pasando por un buen momento y no me quedé. En el 2009 fui a Libertad, estuve 8 años en Libertad, ellos me formaron como jugador y como persona”, dijo el atleta.

En el 2017 dejó Libertad y lo hizo estando lesionado, error que admite le costó caro. “Yo no estaba jugando y me fui lesionado de Libertad, tenía que haberme quedado en el club a recuperarme bien. En el 2018 me quedé sin club y me volví a ir al interior. En el 2020 trabajé plantando lechuga en Nueva Italia, porque ese año no se jugó la Intermedia y no teníamos ingresos”, resaltó.

“Popi” y Sergio me aconsejaban y les agradezco

Durante los años que estuvo en Libertad tuvo la posibilidad de compartir con varios futbolistas experimentados, en este sentido aseguró que Rodrigo “Popi” Muñoz (hoy arquero de Cerro Porteño) y Sergio “Patito” Aquino fueron dos de los que más consejos le dieron.

“En Libertad compartí con grandes jugadores y muchos de ellos me dieron buenos consejos. Rodrigo Muñoz y Sergio Aquino, por ejemplo, siempre me hablaron, son grandes personas y gracias a ellos aprendí cómo comportarme en el club”, recordó.

También destacó el trabajo que hicieron con él Roberto Paredes y Marcelo Ataide, “Ellos también me ayudaron mucho, Roberto Paredes es como un padre para mí, me ayudó, me habló, me aconsejó desde que llegué a Libertad. Y gracias a Marcelo Ataide yo subí al plantel de Primera, eso nunca lo voy a olvidar”, remarcó.

“Mi papá me abandonó a los 6 años”, he’i

El hoy arquero de Ameliano tiene 26 años, pero recuerda lo vivido en su infancia como si fuera ayer; tal es así que reveló que su padre lo abandonó cuando tenía solo 6 años. “Me crié con mi mamá Zulma Balbuena, mi papá me abandonó a los 6 años, yo era muy chico pero recuerdo lo que pasó. Mi tío Rodolfo Argüello también fue una persona muy importante en mi vida, me apoyó desde muy chico y le estoy muy agradecido. Sin el apoyo de la familia es muy difícil llegar”, apuntó.

Gran parte del año 2017 Júnior no pudo jugar a causa de una lesión (rotura de ligamentos cruzados y meniscos).

“Ameliano es un club humilde, pero cumplidor”

Su objetivo es ser campeón de la Intermedia y lograr el ascenso a Primera División con Ameliano, algo que desde su óptica es posible, pero para eso hay que seguir trabajando muy duro.

“Quiero ser campeón de la División Intermedia y subir a Primera. Luego me gustaría jugar y consolidarme en Primera División y como tercer punto salir, jugar en el exterior. Creo que son metas que los puedo cumplir”, afirmó.

En otro momento habló de Ameliano. “Es un club humilde, que está creciendo a base de sacrificio. Como siempre nos dijo el presidente, es un club humilde pero cumplidor y es cierto. La institución no te ofrece mucho, te ofrece lo que puede, pero cumple y eso es muy importante”, remarcó.

Su novia es nutricionista de los gua’i

El guardameta de Ameliano está en pareja con Marlene Vernazza, nutricionista de Guaireña FC; reconoció que no es fácil mantener una relación a distancia, pero la vida les puso en esta situación, ya que deben ir donde hay trabajo. “Ella prácticamente está viviendo en Villarrica, qué le vamos a hacer, es lo que nos toca ahora”, he’i.