Cipriano Romero habló de todo un poco. Además, lamentó el cambio trascendental en el fútbol moderno con el de sus tiempos, específicamente “por el dinero”. ¡Atendé!

• Por Ricardo Núñez

“Toño” no es para nada amante del fútbol moderno, el de nuestros tiempos; de ser por él, se quedaría para siempre en la época en donde los futbolistas jugaban por amor a la camiseta, antes que por cualquier otra cosa.

En este mano a mano, Cipriano Romero, también recordado por ser el hermano pelotero de “Romerito”, indicó que su carrera futbolística partió jugando en torneos colegiales y del barrio. Hasta tenía que entrenar a escondidas de su padre, ya que la filosofía del mismo era “estudiar y trabajar” y no directamente dedicarse a chutar.

“Como mi papá también fue futbolista y funcionario del Ministerio de Hacienda sabía lo que conllevaba la vida de un jugador en esos tiempos. Había muy pocas posibilidades de estabilizarse económicamente con el fútbol en nuestro país. Él (padre) quería que nosotros estudiemos primero”, recordó nuestro entrevistado.

“Tuve que ir dos años a la Universidad, si no mi papá no me iba a dejar jugar. Luego renuncié a mi trabajo para ir al Olimpia, porque en esa época se luchaba en casi todas las campañas por la Copa Libertadores y el torneo local”, contó “Toño”, agregando que tuvo la posibilidad de disputar la aquella final contra el Atlético Nacional, pero el título no pudo ser.

Por otra parte, Romero señaló que el deporte rey cambió mucho a nivel estructural. “Los empresarios hoy día tienen mucha influencia en los clubes. Antes, nosotros prácticamente no cobrábamos, solo recibíamos premios y dos o tres meses de sueldo. Hoy día todo es por dinero”, gatilló.

Sus goles más inolvidables los hizo con Luque

Romero hi zo hincapié a los goles icónicos de su carrera, lamentando el no poder haberlos grabado, ya que la tecnología audiovisual aún era muy diminuta. “Hice varios goles. Por ejemplo, el tanto que le hice a Colegiales: encaro, le chuleo al arquero, se me cruza un defensor y le engancho. Se me vuelve a cruzar el portero, lo engaño de vuelta y meto. También es muy recordado el gol de chilena que le hice a Olimpia”, he’i.

La gran promesa que no pudo cumplirle a su padre

“Toño” soltó una anécdota muy especial. Tanto él como “Romerito” querían cumplirle una promesa a su finado padre, quien fue campeón con la casaca auriazul en su época, pero…

“Me quisieron renovar mi contrato pero ya no quise jugar en Olimpia. Don Osvaldo (ODD) me ofreció buena plata y yo era muy apreciado por Cubilla, pero mi deseo era volver a Luque y jugar con mi hermano. Papá siempre dijo: ‘Ustedes podrán ser los mejores jugadores, pero nunca fueron campeones con Luqueño’. Ese era nuestro desafío con Romerito y en un año perdimos dos campeonatos”, lamentó Cipriano.

Proyectos con River Plate y el Fluminense

Cabe resaltar que actualmente Cipriano Romero cuenta con la franquicia de un semillero del club Fluminense brasileño en nuestro país.

Además, también se desempeña como uno de los ojeadores de futbolistas para un posible fichaje al River Plate de Argentina.

“De hecho, también acá hice pruebas de jóvenes para el River Plate e incluso el año pasado me enfoqué en la elección de talentos para el Fluminense. De a poco me voy especializando en este sentido, ya hice una pasantía por Europa en el Real Mallorca de España”, comentó el exfutbolista.

Según él, ya no habrá jugadores distintos

“Yo creo que la base y el futuro de una inst itución están en sus inferiores. Desgraciadamente, muy pocos clubes les dan importancia al crecimiento y desarrollo de los jóvenes. En mis tiempos había muchos jugadores distintos, hoy todos parecen ‘robots’”, sentenció Romero, argumentando que, para él, los mejores son los que juegan del “hombro para arriba” y que de eso aún está demasiado lejos nuestro fútbol paraguayo.