La señora le siguió a su ména y le dio un “estate quieto” porque iba a usar el dinero de la ayuda estatal para otros fines.

Ma’erã voi pio opoko la plata ajénore la tipo. Un sujeto tuvo la mala idea de no pedirle permiso a lapa para usar el dinero del Tekoporã para mandar arreglar su motocicleta. El tipo oipe’a un 200 mil’i del dinero de la ayuda del Estado que acababan de cobrar en la ciudad de Caaguazú, pero cuando la doña empezó a contar el viru, el hombre oñembotavyete ha oho upéi.

Pero la señora no lo iba a dejar salirse con la suya, o sea irse con la plata, que es para darles de alimentar a sus hijos. Le persiguió a toda bala y lo tomó de los pelos ha ho’uka chupe iteté rembyre. El tipo quedó medio tambaleándose en medio de la calle, sin saber si correr por su vida, llorar amargamente o tratar de explicarle a su esposa mba’épa lo que iba a hacer con el dinero.

“Iporãta hína, este señor se fue a cobrar el Tekoporã de mis hijos y se adueñó del dinero. Ahora no me quiere dar”, fue lo primero que dijo doña Verónica Ramírez Salas en una nota con Caaguazú Noticias (CN). Upépe intervino el hombre, identificado como Fidencio Alegre, quien intentó justificar su accionar y, por supuesto, los coscorrones que ligó. “Ella es mi señora, le dije que me dé los 200 mil para mandar arreglar la moto”, tiró el hombre.

Upéi comentó que “esa moto es demasiado de provecho para la familia. Pe mitã oho a vender remedio refrescante sobre la moto, pero ahora está descompuesta. Por eso yo le pedí a ‘güena’ porã, pero ella montó en furia y no me quiso dar el dinero”.

El karai he’i que siempre liga

Luego don Alegre, que no estaba para nada contento por la garroteada callejera que ligó, dijo a CN que “ella no me quiso dar los 200 mil y me dijo que se iba a ir nomás ya a la casa. Upéi ojere y me agarró como siempre me suele hacer, de la nuca y de los pelos. Le dije ‘na’ápe la plata’, ella es así nomás luego, en la casa me tiene así siempre”, tiró el desdichado hombre.

Allí le pasa de nuevo el dinero a su “verduga”, quien ni atina a agarrar los dos San Roque González, “ehejántena pe dinero, si lo vas a usar, usá todo nomás ya para arreglar la moto”, he’i la kuñakarai luego de los tongazos que le encajó a su ména.

“Yo no te estiré de los pelos”

Luego la doña intentó suavizar y justificar su reacción. “Él tenía que esperar llegar a la casa si me iba a retar, porque prohibido la cállere jeja’o, está prohibido pelearse en la calle y yo no me quiero ir presa”, gatilló la señora.

Luego negó la agresión: “Yo no te estiré de los pelos y dejá nomás ya el dinero si lo vas a usar”, le dijo a su churro, ya en tono conciliador.

Pero el agredido le dijo nones. “Ella se va a ir hacia nuestra casa y va a decirme mal las cosas y no me va a gustar eso. Y le voy a dar nomás la plata, aháne che yvyrupi”, he’i don Alegre y le devolvió el dinero frente al comunicador.