Fabián Benítez, exfutbolista que brilló en Chile, recordó en esta nota la injusticia que sufrió en Olimpia, cuando tenía todo para debutar.

• POR ARTURO ROJAS C.

Nadie es profeta en su tierra. Otro capítulo más. En el fútbol la ingratitud suele ser protagonista y generalmente deja recuerdos pocos agradables para los que sufren de eso.

Fabián Benítez (38), al que capaz se le conozca poco acá en nuestro país, pero que se ganó un nombre en Chile, tuvo todo para cumplir uno de sus sueños, pero le truncaron todo.

“Me quedó como una espinita el no haber tenido la oportunidad de debutar por lo menos en Olimpia en su momento, ya concentraba con el plantel de Primera, me acuerdo que una noche antes de un partido contra Nacional yo iba a jugar al día siguiente porque los volantes estaban lesionados, pero llegó una orden de arriba que me saquen de vuelta de la concentración, porque no tenía contrato”, relató el misionero.

¿Qué pasaba? Sin pelos en la lengua, Benítez dijo que fue una injusticia tremenda. “Yo no tenía nada de contrato, ni representante, y me dijeron que si no era jugador de Alfredo Mendoza no iba a poder jugar y me frustró bastante eso, me dolió no jugar en el club de mis amores, algo que yo y mi familia siempre soñamos porque somos todos olimpistas, pero bueno son cosas que pasan en el fútbol y en ese entonces en el club pasaba de todo”, dijo Benítez.

El entonces mediocampista era capitán de la Reserva de Olimpia y una de las grandes promesas. Pero “después de eso busqué la forma de salir a jugar en otra parte, por suerte se me abrieron las puertas en Chile”, cerró nuestro entrevistado.

Dunga guaraní, pero también es chileno

Fabián Benítez jugó nueve años en Chile y hasta se nacionalizó chileno.

“En Paraguay seguramente nadie me conoce, pero me voy a Chile y hasta el taxista se acuerda de mí, fue muy lindo haber jugado ahí, hice muchas amistades, jugué con grandes jugadores que hasta hoy día se destacan, los clubes son muy serios, no tanto como acá”, reconoció Fabián.

El “Dunga” paraguayo, que también es chileno, actualmente vive en Santa Rosa Misiones, tiene un negocio y está con proyectos para ser DT.

La experiencia en Tembetary va más allá de lo que es fútbol

Fabián Benítez, volante aguerrido en su momento y por el físico le pusieron de apodo “Dunga”, como el rapai. Llegó con 18 años a Tembetary, que era un club especialista en vender valores al extranjero.

¿Cómo fue ese año que vivió en Ypané? “Nos prometieron un hotel, pero otra cosa era (entre risas)”, dijo Benítez.

Vivir en el club fue de lo más duro. “Era un cuartel legalmente, tenías que comer a hora y a veces poquito te alcanzaba, se sufre mucho pero uno valora más las cosas así, yo al menos salí más fuerte de esa experiencia de un año”, recordó Benítez. ¿Lo que más extraña? “Había plantas de mandarina y mango ahí cerca, formábamos filas para arrancar, romoperõ lomitãndi”, comentó.

“Siempre se notó que iba a llegar lejos”

Además de todo lo vivido en el fútbol de Chile, Fabián Benítez no olvida sus inicios en Tembetary y la buena onda que mantuvo con Nelson Haedo Valdez, con quien coincidió en ese entonces.

“Siempre se notó que iba a llegar lejos, a mí no me sorprendió todo lo que hizo. Ha’e opay ha ohóma cancha-pe, hacía saltos, se quedaba más después de las prácticas, para dormir nomás se iba a su pieza prácticamente”, recordó “Dunga”.

Además destacó otra virtud de Nelson. “Mentalmente siempre fue fuerte, él se veía luego en Europa, no es casualidad todo lo que le pasó”, agregó.

El hombre que marcó su carrera

Todo lo que fue en su carrera, Fabián Benítez se lo debe a Gustavo Benítez, el “Yiyo”.

Esto contó en esta entrevista. “Él me prometió que a donde se vaya a dirigir me iba a llevar, pasó en Olimpia donde lastimosamente no pude jugar por otras cuestiones y después en Cobreloa, Colo Colo, le debo mucho a él porque me ayudó bastante para que pueda surgir en el fútbol”, recordó “Dunga”.

Benítez también recordó muy bien a Carlos Guirland, con el que pulió mejor sus virtudes para manejar la pelota.