Momentos de terror se terminaron cuando finalmente las llamas fueron aplacadas por los valientes.

Como todos los días, el trabajo ocupaba su mente, mientras el cansancio trataba de hacer espacio en su largo y tranquilo camino.

Don Carlos Acosta, chofer de colectivos de larga distancia hacía pasar el viaje entre bromas con su compañero de trabajo, su guarda, Ezequiel Sosa.

“Estábamos pasando Caazapá, nos estábamos yendo a Asunción. Después vi que en un costado de la ruta salía humo de un camión, se estaba quemando”, dijo el trabajador en comunicación con Crónica.

Explicó que tras un pequeño percance, otro chofer, pero esta vez de un camión que traslada mercaderías, estaba luchando contra el fuego que consumía cada vez con más fuerza su vehículo.

“Me encosté y les avisé a mis pasajeros que iba a ayudar. Le pedí a mi guarda que traiga los matafuegos que tenía en el camión y corriendo nos fuimos a ayudar a ese hombre. Estaba ya desesperado”, relató.

Pese a todo el esfuerzo que estaban haciendo, don Carlos dijo que el fuego fue arrasando con todo hasta que no tuvieron otra opción que tirar las cosas del camión para evitar seguir dando de comer al fuego.

“Terminó nuestro matafuegos y empezamos a tirar las cosas del camión para que no se siga quemando. Me fui a cortar ramas y con eso traté de apagar también, trabajamos mucho por él, pero logramos apagar todos”, aseguró el hombre.

Explicó que los momentos de terror terminaron cuando finalmente el fuego desapareció.

“Estaba quemándose ya la carrocería, podía explotar todo, pero gracias a Dios pudimos ayudar al señor y estamos contando una historia feliz”, dijo don Carlos.

En vez de ayudar, el rollo graba la sitú vai del otro

El chofer contó a Crónica que sintió una gran tristeza por lo que le tocó vivir con la situación de este señor. Explicó que mientras más se acercaba al camión incendiado veía cómo las personas que pasaban en sus vehículos sacaban sus celulares y graban la desesperante situación del hombre, pero ninguno paró para ayudar.

“Todos pasaban de largo, sacaban fotos o filmaban lo que estaba pasando, pero ninguno se animó a ayudar. Esa gente tiene que saber que a cualquiera le puede pasar eso y en vez de hacer eso tienen que ayudar”, expresó.

Don Carlos contó que sintieron una gran indignación que terminó finalmente porque pudieron ayudar al hombre con el camión incendiado. “Pudimos hacer algo por el y eso fue lo mejor para nosotros”, detalló.

“Siempre que podemos asistimos a la gente, es nuestro deber”, he’i

Don Carlos contó que hace más de 13 años trabaja en los colectivos de larga distancia y hace 7 años como chofer.

Explicó que en todos estos años y en todo su camino por las calles del país vivió diferentes momentos en los que le tocó dar un granito de su ayuda.

“En un incendio así es la primera vez que pude hacer algo, en otros llegué tarde. Pero en accidentes de tránsito sí muchas veces ya pudimos ayudar, siempre que podemos asistimos a la gente. Es nuestro deber como choferes y como personas”, aseguró el hombre.

Mediante una rápida asistencia se pueden salvar muchas vidas y agregó que todo lo hace debido a que en cualquier momento también puede necesitar la ayuda de alguna persona.