Julio González Ferreira recordó su accidente vai y pidió a los péndex no creerse inmortales al volante.

El expelotero Julio González Ferreira se conmovió avei al enterarse de la muerte del hijo del “Chiqui” Arce en un feo accidente de tránsito. El exdelantero albirrojo lamentó la pérdida de Alexandro Javier Arce, de tan solo 20 años. Debido a esto, Julio empezó una campaña a través de sus redes para concientizar a los péndex de que “suelten el acelerador”.

“Pasaron 16 años de mi accidente. Yo también iba a alta velocidad (140 km/h), yo también me quedé dormido. La diferencia es que me costó un brazo, mi carrera y otras cosas, pero me salvé, estoy vivo y puedo contar la historia”, empezó diciendo el exdelantero albirrojo.

Julio insistió en el dolor que genera la pérdida de una vida en los familiares. “Tenía solo 24 años y pude haber causado el mismo sufrimiento que muchos jóvenes hoy día causan en sus padres y familiares. A veces creemos que, por ser jóvenes, somos también inmortales, que tenemos superpoderes y que nunca nada malo nos va a pasar, hasta que nos pasa”, comentó el exfutbolista y agregó: “Como sobreviviente es mi deber y obligación decirles a todos, especialmente a los jóvenes, que no somos inmortales, ni invencibles. Que la vida cuando golpea a veces golpea y bien fuerte y muchas veces no da segundas oportunidades. Así que, solo resta decirles cuídense, valoren su vida, su familia, su salud y no pongan todo en riesgo apretando el acelerador. Es mejor llegar tarde, que no llegar”.

El expelotero remató su petición mostrando fotos de cómo había quedado su vehículo y pidiendo a Dios “conforte a las familias de quienes partieron y los que seguimos en vida aprendamos a crear conciencia en nuestros jóvenes”.