“La gente viene a vacunarse, pero nos encontramos con estos ñembo vivos que solo crean problemas”, dijo uno de los que esperaron una eternidad para recibir la dosis anticovid.

Largas filas de vehículos, demoras y quejas ápe ha pépe fueron la constante en el megavacunatorio ubicado en el autódromo “Rubén Dumot” (ex-Aratirí), donde una multitud de jóvenes acude para recibir la dosis anticovid. Y como no puede faltar jagua carrera hápe, una vez más los ñembo vivaracho hicieron de las suyas, solo que esta vez fueron escrachados en redes sociales.

Las personas se quejaron de los “avivados” que se adelantaban en la fila para llegar más rápido al lugar donde se recibía el “pinchazo”.

“Varios conductores se quisieron pasar de vivos e ingresaban a las filas sin que les correspondan.

Causaron un montón de nerviosismo e incidentes”, comentó Claudio Villalba, quien escrachó en sus redes sociales a un “valor” que, según él, entró de ka’i al “laberinto” de vehículos que se formó en un syky.

“Por esta clase de gente la espera se hizo más larga. Yo estuve desde la 20:00 del miércoles y me vacuné a las 10:00 de la mañana (de ayer). Fueron 14 horas, pero dentro de todo valió la pena porque la vacuna es la esperanza que la mayoría tenemos para que este mal termine de una buena vez”, añadió.

“Se debería hacer algo porque es una falta de respeto para el pueblo que esto pase. La demora fue bastante.

Yo estuve en la fila por más de 12 horas y fue porque muchos se metían en la fila aprovechando que otro vehículo se quedaba o giraba de repente. La gente viene a vacunarse, pero nos encontramos con estos ñembo vivos que solo crean problemas”, contó Gabriel Franco.

Reclaman por volái y zorros

Ayer se dio el segundo día de vacunación contra el covid-19 para la población de 20 años cumplidos en adelante. En el vacunatorio del ex-Aratirí mucha gente se quejó por la ausencia de la Policía Nacional y la Patrulla Caminera para coordinar el tránsito y dar seguridad a los ciudadanos.

“Solo en la parte de la ruta Mariscal Estigarribia se colocan, pero detrás del ex-Aratirí no están y es aquí donde se dan los inconvenientes”, dijo Ricardo Gómez. “Esperemos que para los próximos días se solucione este inconveniente. Se debería castigar a los avivados”, sentenció.

La esperanza puede más

Pese a todo los incidentes y quejas que se dieron en el ex-Aratirí ante la multitud que acude para vacunarse, la alegría y la esperanza prevalecen y siguen firmes. “Aguantamos de todo, pute…das, gritos, de todo, pero no importa, la esperanza de vacunarnos puede más”, dijo Gabriel Franco.

Muchos vehículos quedaron sin combustible o tuvieron alguna falla mecánica. Ante esto, los capos que se encuentran en el lugar para auxiliar respondieron rápidamente para eviar el akãrasy en las largas filas de vehículos. “Con la ayuda de estas personas se pudo solucionar muchas cosas”, agregó Franco.