“Es lo menos que puedo hacer para este lugar que me dio tanto en medio de las adversidades”, dijo el ahora profesional del Derecho.

Con tenacidad, sacrificio y fortaleza pudo transformar una infancia sumamente sacrificada, en un presente colmado de orgullo.

Hoy le grita en la cara a todos los que le decían que no lo lograría. “Gracias, porque cada palabra que me decían desde que era chico me daba más ánimo para demostrarles que no sería así y que cumpliría con mi sueño de ser abogado. Y lo hice y estoy feliz”, relata mientras machaca el menta’i y el agrial para el tereré de un cliente.

Javier Torres (35) es de Villa Hayes, pero “creció” en el “Paseo de los yuyos” del Mercado 4, ayudando a su abuela y a su mamá en la venta de los remedios.

En las últimas horas juró como abogado y venció los obstáculos que el destino le puso en el camino. “Mi trabajo en el mercado con la venta de yuyos fue el sostén para que yo logre esto. Me ayudó a pagar la Facultad, los pasajes en los colectivos, todo. A esta labor le voy a estar agradecido toda la vida”, contó a Crónica.

“Desde siempre quise ser abogado. Aquí en el ‘Paseo de los yuyos’ soy el vocero de todos, y también vi muchas injusticias, lo que me fue empujando para lograr mi sueño de ser abogado y tener una base para defender a los que sufren injusticias”, sostuvo.

Javier comentó que en su puesto de venta de yuyos colocará una especie de consultorio jurídico para sus compañeros del mercado. “Voy a habilitar acá en mi puesto un espacio para asesoría legal de forma gratuita para los compañeros del mercado. Lucharemos juntos”, contó. “Esa es mi meta a corto plazo. Es lo menos que puedo hacer para este lugar que me dio tanto en medio de las adversidades”, expresó.

El mercado, su lugar en la vida contó

A las 5 de la mañana Javier ya está al pie del cañón acompañando a su mamá al mercado donde trabajan hasta las 5 de la tarde. Después él ya pasaba a la Facultad hasta las 9 de la noche.

“Mi mamá y mi abuela siguen trabajando en el mercado y yo también voy a seguir. Ahora le estoy enseñando a mis hermanos todo lo que concierne a esta labor porque ellos se van a quedar cuando yo realice algún trámite en lo que respecta a mi carrera”, dijo Javier. “El Mercado 4 es mi lugar en la vida y ahora con mi profesión de abogado lucharé a lado de mis compañeros de siempre”, indicó.

“Me encantaría ser fiscal, es otra de mis metas

“Yo solo quiero decir a aquellos que quieren tirar la toalla que peleen por sus sueños. Siempre quise ser abogado aún cuando mi situación económica era un gran obstáculo.

Pese a todo, luché y no me rendí y hoy disfruto de mi profesión”, contó Javier. “Me voy a seguir capacitando. Ahora quiero seguir la carrera de Criminalística que me gusta mucho. Y más adelante veré si puedo concursar para algún cargo. Me encantaría ser fiscal, es otra de mis metas”, añadió.

“Lo mío fue muy sacrificado y ver a mi familia feliz con mi logro me emociona mucho. A veces tenía que hacer trabajos prácticos y los compañeros me ayudaron muchísimo con los materiales, libros y todo lo que necesitaba porque me costó bastante. Muchas veces no tenía para comprarme unos libros, entonces ellos me ayudaban con algunas copias. Dios siempre coloca gente buena en el camino”, finalizó.