La joven capitana de Cerro Porteño y jugadora de la Albirroja repasa su trayectoria y sus objetivos en el deporte que le apasiona.

• POR JUAN DUARTE

Nadie dijo que sería fácil. Cuando hablamos del fútbol femenino se nos viene a la mente un montón de obstáculos que tienen que soportar la mujeres para llegar a ser consideradas profesionales. Pero estos están para ser superados.

Limpia Fretes (21 años) lo sabe bien. El tener hermanos que todas la tardes jugaban al fútbol en la canchita del barrio despertaron su pasión por el “deporte rey”.

“Juego fútbol desde que tengo memoria. Había una canchita frente a casa, donde mis hermanos y todos los vecinos se reunían por las tardes para jugar. Tenía apenas 6 años y me invitaban a jugar”, refiere en esta charla con Crónica.

Contar con el apoyo de sus padres fue un punto de inflexión para ella y la “excusa” perfecta para meterle con todo. “Soy muy bendecida en ese sentido, ellos siempre estuvieron y quisieron mi bienestar siempre, querían que fuera feliz”, añade.

“Mi carrera comenzó en el interescolar en mi escuela Cañada San Rafael, en fútbol ocho o suizo, como le dicen. Llegamos a la final y el colegio al que enfrentamos, Hogar de Jesús de Roque Alonso, me llevó como refuerzo, en un torneo que jugamos en Mar del Plata. Estudiaba y jugaba ahí, hasta que pasé al equipo femenino del club 9 de Junio, de la UFI, donde salimos campeonas”, agrega.

Todo se dio muy rápido para Limpia, porque después de presentarse para la preselección Sub 17 y quedar convocada, le llegó la gran oportunidad.

“Afortunadamente nos quedamos y estaba gente de Cerro, la señora Aurelia Acuña (responsable del plantel femenino) se acercó a don Celedonio Villalba (su tutor) para ir a Cerro. Imaginate, prácticamente nos fuimos en busca de plata y encontré el oro en Cerro Porteño”, remarcó.

Limpia está desde el 2015 en el Ciclón y hoy es su capitana. ¡Crack!

Zaguera, con gol ¡y un contrato!

Pese a no ser alta de estatura, Limpia se destaca como zaguera central del Ciclón e incluso llegando a los goles. Además, con un liderazgo que la distingue. “Tal vez por eso todavía no pude salir al exterior, pero esa falta de altura la suplo con mi despliegue, soy de ir mucho hacia adelante y pude marcar varios goles”.

Otro detalle no menor es que Limpia tiene contrato con el Ciclón, algo que no se les da a todas. “Eso es un gran paso para que uno vaya creciendo, pero más allá de lo monetario la pasión que tengo por este deporte, la felicidad que genera. Ser campeona, alzar un copa, no se paga ni con todo el dinero del mundo”, refiere convencida.

Dos momentos: un campañón y ¡qué temblor!

Fretes reconoce que el compartir día a día con las chicas supone siempre miles de anécdotas, pero rescata lo hecho por Cerro en la reciente Libertadores, donde, con muy poco, llegaron a cuartos de final.

“ Nadie daba nada por nosotras pero estuvimos a un paso de las semis, sin refuerzos, fue algo hermoso”, contó.

Y otra muy especial. “Fue con la selección, en Chile, donde comenzamos a sentir los famosos temblores. Era de mañana y se movía todo. Nosotras desesperadas, y la gente de Chile ni ahí estaba, para ellos es algo normal”.

Rapinoe, Marta y sus “pilares”

Admiradora de Megan Rapinoe (capitana de la sele femenina yanqui) y de la rapai Marta (ícono del fútbol femenino), Limpia dejó bien claro cuales son sus objetivos en el fútbol.

“Obviamente que mi sueño es jugar en Europa, pero si tengo que hacerlo primero en Brasil, Argentina o Colombia, para después dar el gran salto, sería genial igual. Llegar a Italia, Francia, España, representaría el pico más alto ”, reconoce.

Finalmente, dejó palabras de agradecimiento a su familia y a todas las personas que le apoyaron para llegar a cumplir su sueño de ser futbolista.