Trabajó en un motel, una bodega y además de jugar al fútbol enseña en un gimnasio y además estudia para DT y la carrera de la Fisioterapia y Kinesiología.

• Por JUAN VICENTE DUARTE

Sacrificio, perseverancia y amor al fútbol. Todas estás virtudes embanderó Grety Bianka Ávila Rivas (22 años) para cumplir el sueño de ser futbolista. Y si a eso le sumamos su talento para el deporte rey, el combo se completa.

En charla con Crónica la actual delantera de Capiatá dejó bien en claro sus objetivos dentro y fuera de la cancha, pero su historia es para enmarcar.

“Empecé a jugar desde chiquita. Mi papá tiene una escuela de fútbol (Sol Paraguayo) en mi ciudad (Itauguá) y al principio me iba a mirar, después ya me gustó y le pedí entrenar con los chicos, era la única nena entre ellos. Me puso de delantera y desde ahí ya no paré”, relata.

Ya más adelante llegaron el club Chocali de la Liga Itaugüeña y posteriormente en el 30 de agosto hasta que una publicación en medios escritos que hablaban de una convocatoria para pruebas en el 12 de Octubre la acercó a profesionalismo.

“Fui a probar con unas amigas y quedé. Al tercer día y con 16 años, el profesor Emilio Armoa ya me subió al plantel de Primera, donde nos consagramos campeonas invictas y logramos el ascenso a Primera División”, recordó.

Ahora y tras cuatro años en el club, pasó a filas de Capiatá, uno de los equipos fuertes del fútbol femenino de nuestro fútbol. “En el Apertura les ganamos y les sacamos el invicto y uno de los goles lo hice yo. Cuando terminó el torneo me hablaron de jugar con ellos y aquí estoy, con un contrato. Es algo que valoro porque el sacrificio que hago está dando sus frutos”, remarcó.

“En el motel trabajaba 12 horas y un salario que era miserable”

Grety siempre fue sacrificada y a los 18 años comenzó a trabajar, ¡en un motel¡. “En el motel trabajaba 12 horas por día y un salario que era miserable. Tenía que limpiar 34 camas. Trabajaba en Navidad, Año Nuevo, feriados… hija de mil. Felizmente puedo decir que todo eso quedo atrás, pero eso también me ayudó a valorar lo que tengo y a quienes tengo en mi vida. Hoy por hoy mi vida cambió totalmente, hago lo que me gusta y me doy cuenta que logré muchas cosas”, remarcó.

Instructora de un gimnasio, dos carreras y es futura DT de fútbol

Grety comienza su día a las 4 de mañana y no para hasta bien entrada la noche. “Desde las 5:00 trabajo en el gimnasio que tiene el profesor Mario Jara en Itauguá. Estoy ahí hasta las 11:00, voy a casa a almorzar, descanso un rato y después ya voy a practicar. Al mismo tiempo estudio la carrera de Fisioterapia y Kinesiología en forma virtual y también hago funcional en casa, porque tengo un gym en casa (Team Grety)”. Ahh, y una japa: está terminando la carrera de DT, a la que asiste los sábados.

“Soy abuela memby y uno de mis sueños es regalarle una casita”

Otra de las cosas que nos contó Grety y de la que se siente orgullosa es la cercanía que mantiene con su abuela Liboria Rivas. “Yo soy abuela memby, fui criada y malcriada por ella. Se llama Liboria Rivas y uno de los sueños que tengo es regalarle una casita”, refirió.

Agregó que los sueños están para ser cumplidos y su deseo es volver a vestir la Albirroja, jugar en el exterior (primero en Brasil y luego en Europa). “Me gustaría vivir del fútbol”, agregó.

Devoción por Cristiano, pero gran admiración por “Pirayú”

Finalmente, Grety reconoce que lo hecho por nuestra compatriota Jessica “Pirayú” Martínez es digno de admirar. “Compartí con ella y la verdad es impresionante todo lo que logró a tan corta edad”.

Eso sí, para ella hay un jugador que sí es un fuera de serie. “Yo sigo más el fútbol masculino y Cristiano Ronaldo es mi verdadera inspiración, verle jugar es… guau luego”, refirió

Finalmente, dejó un mensaje para las chicas que desean jugar al fútbol. “Que todo es un proceso y que no se rindan. Se pasa muchos malos ratos, pero la recompensa es genial”, concluyó.