El querido pelotero reveló que casi fue junto a San Pedro en uno de sus viajes futboleros en avión y además, que está cerca de ser DT profesional.

• Por Ricardo Núñez

Te preguntarás qué se hizo de la vida de aquel futbolista que fue la pesadilla de muchos defensores cuando le tocó brillar en su mejor momento en el balompié guaraní. Ernesto “Pinti” Álvarez, hoy día se encuentra dando una mano al club Fernando de la Mora, elenco que sueña con ascender a la máxima categoría.

Los mismos ahora se encuentran séptimos en la tabla de posiciones, a cinco puntos de la zona calificativa. “Gracias a Dios, todo bien. Estamos peleando por un puestito para subir a Primera División”, le bajó el delantero, argumentando que su decaída futbolística parte de la frase “son cosas del fútbol”.

“Siempre los momentos buenos hay que aprovecharlos, partiendo siempre desde la honestidad. La vida del futbolista es muy breve. Este año me recibo de entrenador si Dios permite, es la carrera que también estoy siguiendo, tengo previsto recibirme a finales de agosto. Tener mi título en mano será un gran paso y ya el tiempo dirá qué equipo me toca dirigir”, enmarcó nuestro entrevistado.

Asimismo, Álvarez también aprovechó y recordó una anécdota que representó un antes y después, tanto para él como para su familia…

“Cuando volvíamos de Bogotá (Colombia) y teníamos que aterrizar en Manizales. No había una torre de control ahí. El piloto más o menos conocía de memoria la pista. Veníamos bajando, bajando, bajando más, ya tocaba aterrizar y bajamos a la pista. El aviador va frenando de a poco pero no le frena el avión del todo. Creo que son como unos 1.000 metros de distancia y como nunca pudo parar, pasamos de largo y volvimos a subir. Fue el susto de mi vida”, contó.

No le afectó que lo criticaran

Recordemos que en sus mejores tiempos, el “Pinti” también fue bastante criticado por su sobrepeso. A pesar de ello, siempre pudo demostrar un buen nivel. Incluso sigue manteniendo casi la misma envergadura atacando para el Fernando de la Mora.

“Me lo tomaba supertranquilo realmente. Nunca me afectó porque siempre estuve seguro de mis cualidades en el campo de juego, por eso no me afecta para nada, normal para mí. Lo demostraba con goles”, declaró con muchísima seguridad Álvarez.

Su sueño pendiente, chutar por la Albirroja

Por consiguiente, el asunceno comentó emotivamente que a sus 32 años y su ya consagrada trayectoria como futbolista, su anhelo pendiente hasta la fecha es defender los colores de la sele guasu. “Siempre lo quise, pero más o menos está diluido ese sueño ahora, agradecido también por la gente que en su momento me quería ver en la Albirroja. Lastimosamente no se dio, pero entiendo perfectamente que son cosas que uno pasa en el fútbol”, soltó el popular extremo.

Sus inicios se dieron en el semillero del Kelito ra’e

Yo me inicié en la escuela de fútbol de River Plate. Después hice inferiores en Libertad para luego volver al Kelito para jugar en la Primera B, a los 16 años. Ahí ya empecé más o menos a jugar a un nivel semiprofesional. Marqué muchísimos goles realmente, ya no recuerdo la cantidad exacta pero habré marcado unos 50 goles desde la ‘C’ hasta llegar a Intermedia”, explicó. Un inicio inmejorable que finalmente le brindaría el camino a la Primera División.

Su tanto más recordado fue ante el Gumarelo, comentó

Por otra parte, el “Pinti” Álvarez rememoró el tanto que hasta ahora no se le borra de la mente. “Cuando jugaba por Nacional. El gol que le hice a Libertad de tiro libre sobre la hora en el ‘Arsenio Erico’. Creo que ese tanto fue el que marcó bastante, no solo a mí, sino también a la gente de Nacional”, he’i.

Consultado sobre si prefería volver al fútbol de nuestro país o al exterior, en este momento, el mismo respondió: “Las dos cosas, realmente. Si se da acá en Primera División sería buenísimo porque es lo que estoy buscando.

Y si se da lo de afuera, por qué no. Tratar de aprovecharlo”, he’i. De hecho, el delantero ya tuvo la oportunidad de chutar en el balompié de México (Lobos FC), Argentina (Crucero del Norte) como también de Colombia (Once Caldas).