El negocio de traslados inicio con un pedido de ayuda para pasar la frontera, desde entonces miles de paraguayos volvieron.

La pandemia por culpa de este virus maldito del covid-19 hizo parar al mundo hace más de un año, por lo que varios países tuvieron que cerrar sus fronteras tratando de evitar la propagación de este mal.

A raíz de eso cientos de paraguayos dispersos por todo el planeta quedaron varados sin poder volver al país.

Julio Melgarejo, oriundo de Caaguazú, hace 21 años que vive en Argentina, y al ver la desesperación de sus compatriotas por volver a nuestro país a modo de favor acercó a un grupo de paraguayos hasta la frontera. Ese favor fue pasando de boca en boca y fue allí que a Julio se le prendió la lamparita y armó una miniempresa de transporte, “Melgarejo Viajes”, con un grupo de amigos, que al igual que él estaban desempleados.

Desde ese momento hasta la fecha ya dieron el “aventón” a más de 2.500 compatriotas, según dijo. Contó que entre sus pasajeros más “ilustres” se encontraba una abuela de 92 años, que con mucha emoción volvía a su querida Villarrica del Espíritu Santo, luego de mucho tiempo viviendo en la Argentina.

“Cuidamos todos los protocolos trasladamos a cuatro personas por vehículo a quienes acercamos hasta su casa en Paraguay, trabajamos en conjunto con un grupo de amigos que se encargan del transbordo en migraciones de Paraguay. Nosotros dejamos al pasajero en migraciones de Argentina luego de allí se trasladan en taxi hasta el lado paraguayo y es ahí que otros amigos se encargan de llevarlos hasta la ciudad en donde deben ir”, contó el compatriota.

“Escuchamos muchas historias”

“No cobramos muy caro el pasaje, teniendo en cuenta el gasto que lleva cada vehículo. Son diez horas de viaje desde Buenos Aires hasta la frontera. Escuchamos muchas historias en el camino, al final terminamos todos como amigos. Lo más gratificante es que una vez que estén con sus familiares nos llaman para dar las gracias, eso no tiene precio”, dijo.

“En octubre, noviembre y diciembre del año pasado trasladábamos a ocho personas por día, ya que tenemos solo dos vehículos, somos 4 los choferes y nos turnamos para los viajes, ahora estamos realizando los viajes cada sábado, y salimos en caravana para apoyarnos en el camino”, he’i.

“Muchos tenían que volver por el fallecimiento de un familiar”

“Muchos se vieron en la necesidad urgente de volver por el fallecimiento de sus familia, otros porque se quedaron sin trabajo allá, de todo cuentan. Algunos volvieron en familia, decían que era más rentable volver a su país a plantar mandioca y poder comer así, ya que el peso de devaluó muchísimo”, contó.

“Mucha gente que había ido para mantener a su familia es la que tuvo que volver, ya que el dinero de acá en Paraguay es muy poco y ya no alcanza, es lo que comentaban en el camino. Este trabajo no es para volverse rico, nos alcanza a los cuatro para sobrevivir. Yo soy herrero, pero con cuando empezó la pandemia se cerró todo y me había quedado sin trabajo, y gracias a este trabajo podemos mantenernos”, he’i.