En sus venas corre la vocación de servicio. Van cortando la tristeza mientras dibujan en los rostros un poco de esperanza con un sombreado lleno de alegría.

La sonrisa en los rostros es el mejor pago que van recaudando en varios puntos del país, por lo que se convirtieron en ricos en felicidad.

Hugo Santander es un barbero de Villa Elisa y lleva adelante una iniciativa en donde lo principal es pintar alegría en la cara de los que desde hace mucho se sienten olvidados. Y es que el joven, junto con otros peluqueros, recorren los puntos más vulnerables del país en donde realizan un servicio completo a la gente totalmente gratis. Es para subirles el ánimo y devolverles el valor que muchos perdieron.

“La reacción de la gente es lo que nos hace volver. Todos los días escuchamos palabras de agradecimiento. Les tratamos como si fueron los mejores clientes, atendemos todos los detalles”, aseguró.

Explicó que las jornadas de peluqueada son emocionantes debido a que muchas personas llegan a las lágrimas, ya que hace mucho tiempo no se les atendía como ellos lo hicieron. “Entre los que atendemos muchas veces están personas en situación de calle, salen con una alegría inexplicable de acá. Se recortan después de años y se emocionan, se sentían olvidados”, aseguró el joven.

Con clases y exámenes dan alegría al rollo

Hugo contó que dicta clases de barbería en su local en la ciudad de Villa Elisa.

Explicó que las jornadas de peluqueada surgieron justamente con su grupo de alumnos debido a que decidieron hacer un examen final en una zona en donde había muchas personas que en ocasiones no tenían para pagar los recortes.

“Empezó con un grupo de alumnos. Nos fuimos hasta un asentamiento para cortarle a niños y adultos. Tuvo mucho éxito y por eso decidimos seguir, ahora ya nos piden que vayamos a otros lugares”, detalló el hombre.

Con este sistema de trabajo los estudiantes de barbería aprovechan para perfeccionar su trabajo y de paso ayudan a los que más necesitan.