Es profesora de educación física, estudia Ciencias del Deportes y además es cantante, multiinstrumentista, dibujante y más.

• Por Juan Vicente Duarte

“Hago un esfuerzo sobrehumano”, afirma Talía Valenzuela (25 años), volante del equipo femenino de Sol de América. Es que ella no solo es jugadora de fútbol, sino también profesora de educación física, es vendedora, estudia (ahora se tomó una pausa) y mucho más.

“Eso me juega en contra a veces y debido a mis actividades de repente no rindo en los partidos como debería, pero es cuestión de organizarse”, añade.

Talía empieza sus actividades a las 6 de la mañana. “Por la mañana practico con el equipo (Sol), luego soy vendedora, vendo relojes, cosas de gimnasio, de estética y después por la tarde soy profesora de fútbol en un club privado, además en casa también enseño en forma personalizada”, remarcó.

Sin embargo, por ahora tuvo que dejar la Facultad por una cuestión económica. “Estudio Ciencias del Deporte, pero lo dejé por ahora, trabajo en el gimnasio para pagar algunas deudas debido a que tuvimos muchos gastos en el hospital por el covid de mi papá”, refirió.

Eso sí, nada le priva de hacer lo que le gusta: jugar al fútbol. “Desde nenita pateaba todo, fui a Sol, después en Pinozá jugué futsal, en el Fomento y luego fui a Cerro, donde me formé como jugadora. Pasé a Olimpia, luego en Guaraní y ahora en Sol, donde por suerte tengo un contrato”, agregó.

En ese sentido, ponderó la organización del Danzarín.

“Recibimos mucho apoyo de la dirigencia, un equipo técnico enorme, fisioterapeuta, masajista, utileros, tenemos seguro médico y el apoyo económico que es muy importante”, concluyó.

¡Es una multiinstrumentista y encima practica más deportes!

Talía ejecuta la guitarra, el bajo, la batería, la armónica y actualmente toma cursos de arpa y violín, y con un agregado: también canta. “Lo hago para divertirme, me tocó cantar en algunos bares”, refiere. “De tanto que mis padres no querían que juegue al fútbol, me mandaron a practicar tenis, natación, hockey, tenis de mesa, ginmasia artística, pero siempre volvía al fútbol porque me deprimía no hacerlo”. Además pinta y dibuja. ¡Impresionante!

Poder vivir del fútbol

Jugar en el exterior y poder vivir del fútbol es el gran sueño de Talía. “Me gustaría tener ese recorrido”, afirma esta volante a la que le gusta cortar las jugadas y generar juego. “Estamos en proceso y el crecimiento que hubo en el fútbol femenino de un tiempo a esta parte es increíble, que se profesionalice porque así también tendremos una mejor competencia”, concluyó.