El paraguayo Jonathan Giménez gambetea otras cosas más en la Villa donde vive y contó de todo en esta entrevista.

• Por Arturo Rojas C.

Gambeteando rivales. Pero no específicamente dentro de la cancha, también en el día a día. El compatriota Jonathan Giménez (17) está en la Reserva de Huracán de Argentina y es una de las joyas de ese club.

A pesar que desde chico se crió en el vecino país, es más paraguayo que jugar piqui en una villa de Buenos Aires. Y sí, en Barracas es donde vive Giménez, y en este mano a mano con Crónica contó su aprendizaje a tan corta edad.

“Uno tiene que saber vivir en la Villa, hay de todo, debe saber elegir las amistades y tener siempre de cerca el apoyo familiar, por suerte soy bendecido en ese sentido, lucho por mis sueños y no me meto en cosas malas”, reconoció “Tino” como se lo conoce.

El enganche, porque así se calificó, es uno de los tantos casos más que se dan en Argentina de los “potreros” que surgen de un barrio complicado. “No estoy para la joda, no me gusta, sé bien dónde ir a mirar, me cuido bastante, no es que me voy a jugar en cualquier picado, porque a veces están los mala leche que te patean y no te perdonan una eh, es complicado pero acá estoy, surgiendo de a poco en lo que me gusta”, agregó el luqueño.

Así también, reconoció la buena junta, esa que te lleva por el buen camino. “Hay también muchos pibes buenos acá, que como yo buscan sobresalir en el fútbol, con ellos más me junto, nos divertimos, es todo más sano crecer con gente así”, cerró la entrevista Giménez.

¿Cuándo se dio cuenta que quería ser un albirrojo?

No fue fácil para Jonathan Giménez destacarse en las inferiores de Huracán porque es un club que tiene mucha competencia en las formativas. Pero… tiene la magia el “Tino”. “Me llamaron a la selección Argentina acá para la Sub 15, me fui un par de veces, pero estaban muchos chicos, después se contactaron conmigo también de Paraguay, fui a la Sub 15 y Sub 17”, comentó.

El cambio radical estuvo cuando… “Vi a mi familia feliz cuando fui a jugar con Argentina, pero la vez que me tocó jugar por Paraguay se sintieron el doble de feliz, entonces dije que tengo que jugar por la Albirroja, por mi familia acá de Argentina y también de allá de Paraguay”, agregó.

El piqui y los paraguayos, una forma de vivir en Argentina

A Jonathan Giménez le sorprendió bastante la calidad de los paraguayos residentes en Barracas jugando al piqui. Un estilo de vida, literalmente, que nos cuenta en esta entrevista. “Muchos compatriotas viven de eso acá, es impresionante lo que juegan, y el movimiento de dinero que genera, yo generalmente voy a mirar, a veces juego también”, reconoció “Tino”.

Por último, Giménez destacó a los paraguayos en esta faceta. “Me genera orgullo cómo muchos paraguayos sobresalen y siempre buscan alguna manera de llevar la vida, y más si es con la pelota, me gusta eso”, remató.

Mucho talento en Paraguay dijo Giménez

A Jonathan Giménez le llamaron de la selección nacional menor para algunos amistosos, tanto en Sub 15 como la Sub 17. Según lo que vio, el “Tino” se quedó sorprendido por el material humano que hay en nuestro fútbol.

“Me dijeron antes de irme que me iba a encontrar con un fútbol muy físico, pero no fue tan así, veo mucho talento en Paraguay, cada vez se juega más por el piso, algo que quizá no pasaba mucho antes, me sorprendió eso la verdad y me alegra muchísimo por el futuro que tenemos en la selección” dijo Giménez.

Así también, mencionó a algunos cracks como… “Me gustó bastante Julio Enciso, bueno, por algo ya está en la selección mayor, también Kevin Pereira de Capiatá”, recordó.

El ídolo de infancia, al que conoció

Como todo futbolero, Jonathan Giménez también tiene como espejos futbolísticos a grandes figuras. Según contó, Carlos Tévez siempre le gustó, además de sus dotes con la pelota, también su historia de vida.

“Es mi ídolo desde chico, siempre me gustó como jugaba a la pelota, un potrero total, y lo que tuvo que pasar para surgir en el fútbol, tuve la oportunidad de conocerlo porque tengo amigos en fuerte Apache, donde él suele ir casi siempre, y nos saludamos, no sabía cómo reaccionar, me sorprendió su sencillez”, dijo.