Jorge Alfonso contó que en plena pandemia se le ocurrió el invento pensado justamente en lo que sería el gran encierro.

Cuando el maldito virus empezó a aparecer, el miedo se descargó por todo el mundo. En Paraguay también, y la angustia aumentaba debido a que en todos lados empezaba a escucharse la palabra “confinamiento”.

Jorge Alfonso no podía dejar de pensar en eso y lejos de preocuparse, aprovechó lo que sería el duro momento para poder crear algo nuevo y llamar la atención del rollo que iba a estar más que encerrado. “Surgió mentalmente el año pasado a inicios de esta pandemia, veía noticias que se avizoraba un confinamiento total. Posterior a eso empecé los bocetos en papel del producto, iba viendo la mecánica que debería tener el mueble con confort total y pleno, para soportar días y días encerrado”, aseguró el hombre.

Añadiendo a ese pensamiento que ya tenía en ese momento, contó que recordó la cultura cervecera del paraguayo y se le vino a la mente ese invento que enloquecería al rollo. “Finalmente salió a luz en plena pandemia dura y fue un lindo boom moderado en el mercado, sal ió el ‘si l lón cervecero’”, comentó a Crónica el señor.

Alfonso explicó que este sillón cuenta con espacio integrado dentro de una caja lateral bajo el asiento con mecanismos de guías para abrirla y cerrarla. Se trata de una conservadora de 16 litros en donde entran algunas rubias espumantes con hielo para que el cervecero ni siquiera tenga que levantarse para ir a traer el líquido vital de los fines. Además contó que tiene un abridor fijo y un portacelular para comodidad del que cuenta con él.

Invento fue realidad con su padre he’i

Jorge contó que el invento no salió de ninguna máquina de hacer maravillas, pero aseguró que fue posible gracias a un capo señor, experto en tapicería, su papá. “Le presenté el proyecto a mi papá, conocidísimo tapicero de más de 60 años de experiencia, visto y considerando que lo más cerca que estuve de un martillo fue cuando tenía 10 años, después me dijo que era imposible”, comentó el hombre.

Las esperanzas nunca se fueron y la emoción de crear ese sillón llamaría la atención de loperro no terminó por lo que insistió hasta que el ingenio y las manos experimentadas de su padre lo hicieron realidad.

Sillones traspasaron las fronteras

Jorge comentó que no esperó que el sillón de los amantes de la rubia tenga tanto éxito por lo que quedó totalmente sorprendido. Aseguró que los pedidos no cesan y durante todo este tiempo de la pandemia chuleó la crisis gracias a eso.

“En Asunción y Central hay muchos pedidos. También solemos llevar a Ciudad del Este, Encarnación y hasta al exterior”, contó. Aseguró que su gran invento traspasa también fronteras ya que dos de sus sillones de la cerveza fueron directo a Argentina y unos cuantos avei se fueron al Brasil en donde los rapais avei son amantes de la rubia espumante. “En total desde el año pasado hasta la semana pasada ya vendimos unos 70 ‘sillones cerveceros’. Estamos muy contentos porque lo que empezó siendo un simple sueño ahora ya es una rea lidad”, comentó Jorge.