Fue el más capo del humor en Paraguay, hizo reír a varias generaciones y no se imaginaba una despedida triste. Había sido, hace tiempo ya preparó a su familia para este momento

Ayer despidieron a Carlitos Vera en el cementerio “Futuro” que está sobre la ruta Luque-San Bernardino. Pero sus restos no se quedarán allí. Fueron cremados, tal como él había pedido a su familia. Su hijo Emilio contó que hicieron todo lo posible para ir cumpliendo con los deseos que él les había manifestado hace ya un buen tiempo.

La muerte era algo que el humorista tocaba como un acontecimiento natural, algo que en algún momento sí o sí debía ocurrir. Y hasta lo tomaba con humor.

En la lista de pedidos para cuando llegara ese momento incluyó su despedida. Emilio contó que Carlitos les decía que no quería que le entierren en algún cementerio, que él quería que su cuerpo se convierta en cenizas y que luego estas sean esparcidas en uno de los cerros que formaban parte del paisaje del que él disfrutaba durante su niñez.

Emilio contó que su papá se crió bajo el cuidado de una de sus abuelas en El Salvador, Guairá, que siempre hablaba de que fue muy feliz allí, en su niñez. Eso hacía que él tuviera el deseo de regresar, de alguna manera, a ese lugar, para terminar reposando en ese inmenso paisaje que probablemente veía como una postal viviente desde la casa de su abuela.
Ahora quedará definir entre sus familiares esa ceremonia final, en qué punto de la cordillera del Ybytyruzú serán esparcidas sus cenizas.

SERENATAS
Carlitos les había hablado también a sus familiares que no quería una despedida triste, que quería que su adiós sea una fiesta, con actuación de conjuntos folclóricos, interpretando música paraguaya.

“Su deseo siempre fue que el día que él parta, su velorio no se llene de llantos y nadie vista de negro. Que la gente ría y se escuche música paraguaya fue su deseo”, comentó su hijo.

Muchos se fueron vestidos con los colores de Cerro, teniendo en cuenta que era fanático cerrista. Dos deseos que quería cumplir en vida no se pudieron dar.

Por un lado, quería conocer “La Nueva Olla”, pero no pudo ser. Y, por otro, ya aquel día en que se despidió de sus hijos con un abrazo, previo a ser trasladado a terapia intensiva, les había manifestado que el día que salga de alta y recupere sus fuerzas, le gustaría hacer un tour con ellos por el interior, sin tiempo y sin rumbo fijo, como lo hacían hace años.

DATO
Carlitos Vera falleció el viernes como consecuencia de las complicaciones poscovid. Estuvo cinco semanas internado. En los primeros días de agosto ya fue intubado y, lamentablemente, no se pudo recuperar.