Un viaje al pasado es un “juego”. Y no porque sea un “imposible” que solo cobre vida en la mente de los chicos. Es que don Francisco González hace sentir eso. Que las emociones se entrelacen con los recuerdos y “giren” sin parar en un presente que se mezcla con el tiempo que ya fue.

La elaboración de juguetes que “vivían” cuando no había ni tele y mucho menos celulares los llevaba a ser la única diversión que tenían los más pequeños. Muchos niños de hoy ni siquiera pueden hacerse una idea cómo lo que era divertirse sin un aparato celular.

Con trompos, yoyos y bolero busca despertar en los pequeños de hoy día el interés por las “reliquias”.
“Mi meta es hacer resurgir en el recuerdo de la gente estos juguetes y que las nuevas generaciones vuelvan a practicar”, dijo “Don Trompo”, nombre que surgió cuando unos niños ansiosos por adquirir un “trompo arasa” fueron a buscar la casa del fabricante de estos juguetes y, como no conocían el nombre del karai, empezaron a preguntar por el barrio cuál era su casa llamándolo de esa forma.

“Muchos padres traen a sus hijos para mostrarles y comprar los trompos, muchos niños lo miran con cierto escepticismo de cómo un pedazo de madera les puede divertir. Y en general son los padres quienes terminan recordando viejos tiempos y se ponen a jugar para rememorar su infancia, la magia de hacer girar el trompo está en la competencia, ya que no cualquiera lo hace, tiene toda una técnica”, contó.

RECUERDOS
“Los padres son los más emocionados cuando vienen a comprar el trompo, ya que reviven el niño que llevan dentro”, he’i.

La mejor madera para un trompo “es el arasa”, he’i

“Hace 13 años empecé con la elaboración. Quería mostrarle a mi hijo cómo eran los juguetes con los que yo jugaba. Enseguida nos rodearon sus amiguitos ya que les llamó la atención de un juguete raro. Desde ahí empezaron a hacerme pedidos y bueno se me prendió la lamparita para empezar a elaborar y comercializarlo”, contó.

“La mejor madera para hacer el trompo es el arasa, incluso hay una canción que se llama ‘Trompo arasa’, hecha por Herminio Giménez. Como la madera de la guayaba no se comercializa, utilizo otras especies de madera”, dijo.

Francisco
Contó que para llamar la atención de los peques les da “vida” a los trompos con colores llamativos y que incluso muchas doñas lo llevan para decorar algún rincón de la casa. También realiza trompo con rostros a los que denominó “váiro”.
“La promoción de mis juguetes antiguos lo hago a través de las redes sociales y tiene mucha aceptación de la gente”, contó.