El delantero de 21 años habló con Crónica y contó parte de su historia, dijo que pasó muchas cosas para adaptarse al fútbol capitalino.

• ÓSCAR PATIÑO RIVEROS

Gustavo Ángel Aguilar Encina nació en Villarrica el 14 de diciembre de 1999, comenzó a jugar al fútbol a los 8 años, a los 17 el profesor Roberto Paredes lo trajo a Libertad y en el 2019 debutó en Primera División del Guma de la mano del DT curepa José Chamot.

Hoy defiende los colores de Tacuary en la División Intermedia y sueña con lograr el ascenso con el equipo de barrio Jara.

Hasta ahora marcó 10 goles con la casaca de Tacuary y su sueño es volver a jugar en la máxima categoría, luego de ser transferido al exterior y asegurar el futuro económico de su familia.

Uno de sus grandes sueños es que sus padres (Pedro Aguilar y Norma Encina) ya no trabajen y sea él quien les brinde todo lo que necesitan.

“El fútbol es una carrera difícil, una carrera que te exige hacer grandes sacrificios para llegar a las metas. Yo soy del interior, de Villarrica, y le dejé a mi familia cuando vine a Libertad siendo un adolescente. Ahora estoy a préstamo en Tacuary y quiero ascender a Primera División, después veremos qué pasa. Mi pase es de Libertad, tengo contrato hasta el 2024. Le estoy muy agradecido al club por todo lo que hizo por mí y por mi familia”, dijo el delantero.

En otro momento de la charla, Gustavo Ángel confesó que la vida en la capital es muy diferente a lo que él estaba acostumbrado en su natal Villarrica y que en todo momento trata de tener la conducta de un profesional.

“Yo soy disciplinado, respeto mucho mi trabajo. Me cuido, no tomo alcohol ni farreo, duermo temprano y trato de llegar siempre a la hora marcada a los entrenamientos. El fútbol me da de comer en estos momentos y debo cuidar mi trabajo”, acotó.

“En el 2020 estuve todo el año parado”

Como la mayoría de los futbolistas, Aguilar Encina reconoció que el año pasado sufrió mucho porque estuvo parado a causa de la pandemia; sin embargo, he’i que nunca dejó de entrenar.

“No fue fácil el 2020 para mí y para muchos jugadores porque tuvimos que acostumbrarnos a trabajar lejos del club, lejos de los compañeros y a través de una computadora”, lanzó.

También recordó que el club Libertad se portó muy bien con él, “en ese sentido Libertad es un gran club, siempre cumplió conmigo, no jugamos por culpa de la pandemia pero igual nos pagó el salario todos los meses. Libertad es un club espectacular y me gustaría volver a tener la oportunidad de jugar en Primera allí”, gatilló.

Eduardo Villalba fue el técnico que más influyó en su carrera

Uno de los técnicos más cercanos a los chicos de las inferiores de Libertad es Eduardo Villalba, las veces que hemos hablado con jugadores de la cantera del Guma, siempre lo mencionan y Gustavo Ángel Aguilar Encina no fue la excepción.

En este sentido dijo que Villalba fue el adiestrador que más influyó en su carrera hasta el momento. “Sin dudas el DT que más influyó en mí fue Eduardo Villalba, él es un maestro y le estoy muy agradecido.

Él me formó y me enseñó muchas cosas. Cuando fue mi técnico, siempre estaba pendiente de mí, era como un segundo padre”, he’i.

“Mi mamá tiene una despensa y con ese trabajo nos crió”, he’i

El actual atacante de Tacuary tiene tres hermanas (Mariela de 25 años, Johana de 15 y Noelia de 8 años), él es el único varón. Sus padres Pedro Aguilar y Norma Encina siempre hicieron lo mejor que pudieron para darles a él y a sus hermanas lo mejor. Doña Norma tiene una despensa y con ese trabajo sostiene los gastos de la casa, sus hijos también ayudan.

“Mi mamá es muy guapa, ella tiene una despensa en Villarrica y por ese motivo nunca vino a un partido mío, porque se queda en su negocio. Con ese trabajo ella nos crió. Mi papá también es muy trabajador. Mi sueño es que ellos ya no trabajen y para eso quiero consolidarme en Primera División, para poder ayudarlos y que ya no tengan la necesidad de trabajar”, recordó.