Tiene solo 35 años, jugó en Sol, Guaraní, Cerro Porteño y otros clubes. Hoy dirige a equipos masculinos y femeninos… Crónica te cuenta su historia.

• POR OSCAR PATIÑO RIVEROS

Ireneo Roberto Acosta Collante (35 años) nació en Asunción el 22 de enero de 1986. Comenzó a jugar al fútbol en el club Sol de América, luego pasó por Guaraní, Cerro Porteño, 12 de Octubre de Itauguá, Deportivo Capiatá y Sportivo Iteño. Además militó seis años en el fútbol de Indonesia y dos temporadas en Vietnam. También vistió la casaca de la selección Sub 23, de la mano de Carlos Jara Saguier.

Disfrutó al máximo del deporte rey, pero en el 2016 le dijo a su padre que quería ser entrenador y comenzó a estudiar. Su primera experiencia como DT fue en la academia de fútbol “Águilas de Toledo” y desde ese momento, pese a su juventud, nunca dejó de trabajar.

Defensores del Rocío de J. A. Saldívar, Cristóbal Colón de la misma ciudad, Olimpia de Itá, Independiente de Cañada de la Liga Lambareña de Fútbol y el Deportivo Capiatá le abrieron las puertas y le dieron una oportunidad.

“Uno nunca es profeta en su tierra, jugué hasta el 2015 y en el 2016 le dije a mi papá que quería ser DT y comencé a estudiar. Me recibí en el 2017 e inmediatamente se me dieron las oportunidades. Quería ser técnico para tratar a los jugadores como me hubiese gustado que me traten cuando yo jugaba al fútbol”, señaló a Crónica.

Hace un par de meses Acosta Collante llevó al equipo femenino del Deportivo Capiatá a la final del torneo Apertura y aunque no alcanzó el título (perdió contra Cerro Porteño), quedó conforme con el trabajo realizado. “Llegar a una final no es fácil, fue mi primera final en la máxima categoría. Las chicas recepcionan mejor la información, por eso me gusta trabajar con las mujeres”, afirmó.

“Tuve muchas adversidades, me mintieron mucho”, he’i

A lo largo de su carrera como futbolista pasó por varios clubes, en algunos jugó más que en otros, pero tampoco pudo escapar de las garras de los aprovechadores.

“La vida del futbolista no es fácil, el fútbol es un tren que tiene muchos vagones y siempre le digo a mis jugadores que no deben dejar escapar el último vagón. Yo tuve muchas adversidades, me mintieron mucho, empresarios, técnicos, dirigentes y toda esa experiencia me sirvió para hablarles con propiedad a los jugadores”, dijo Acosta Collante.

“El fútbol femenino debería tener mucho más apoyo de lo que tiene”

Para el exatleta y actual DT es diferente trabajar con equipos de varones y de mujeres. “La principal diferencia es la base, los varones tienen escuela de fútbol, los nenes ya vienen con cierta base, algo que en el fútbol femenino no existe. Eso sí, a las chicas les exigís y no se quejan, no tienen problemas en trabajar. El fútbol femenino debería tener mucho más apoyo de lo que tiene”, reveló.

En otro momento contó la norma que rige en el fútbol de chicas. “Los que somos técnicos sabemos que cuando las chicas comienzan a cambiarse no se puede entrar en el vestuario”, he’i.

“Saboreó” serpientes en Asia, ndaje

Al ser consultado cómo aguantó 8 años en el fútbol de Asia, teniendo en cuenta que en dicho continente todo es diferente con respecto a América Latina, señaló: “Lo que pasa es que yo no tuve problemas para adaptarme, me mezclé con la gente, aprendí el idioma, disfruté de su comida, hasta serpiente comí en Indonesia”, acotó.