• POR RODRIGO VALDEZ
• @rodrisamuvaldez

Mientras la ruta va ingresando en el corazón de Itá, departamento Central, el paisaje que asoma a través de las ventanillas del vehículo sufre un cambio rotundo: el entorno tranquilo de un caminero angosto que anuncia la llegada a la laguna de la ciudad, un estallido de color, naturaleza y vida silvestre.

Allí, los cocodrilos mandan. Imponen autoridad y respeto. Los turistas solo observan de lejos y no hay nadie en la ciudad que se anime a entrar a las aguas por temor a los reptiles. Nadie se atreve a desafiarlos, excepto don Fausto Insfrán (55), conocido como el “hombre yacaré” de Itá.

Don Fausto es empleado de la Municipalidad de Itá y es el encargado del cuidado de la laguna y su día a día lo pasa en medio de los yacaré que lo rodean. “Hace seis años que cumplo esta función. Los yacaré o cocodrilos son como mis mascotas, les cuido mucho”, dijo a Crónica el valiente hombre en nuestro dulce idioma guaraní.

“No hay otra persona que ingrese a la laguna, solamente yo. Cuando comencé con esta labor tenía un poco de miedo porque de los yacaré no te podés descuidar, en cualquier momento te pueden atacar. Pero con el tiempo fui como pillando cómo tratarles, tiene su secreto (ríe) y ahora este temor desapareció. Parece ser que hasta me conocen. En todo este tiempo nunca sufrí algún ataque por parte de ellos. Tranquilopa”, agregó don Fausto, quien es iteño de pura cepa.

“Aquí hay más de 100 yacaré. A cada uno de ellos los respeto y les tengo un cariño especial. Ingreso a las aguas con tranquilidad para dejar todo en buen cuidado para los turistas que se llegan hasta el lugar”, finalizó.

Una especie de guardián de turistas que acuden al sitio

Don Fausto comentó que también hace de una especie de guardián de las personas que se acercan hasta los alrededores de la laguna para disfrutar de la naturaleza y de los yacaré.

“Siempre estoy atento por cualquier cosa. Muchas veces, la gente echó sus cosas alrededor o en las aguas y yo entro a quitar porque es peligroso que se acerquen mucho”, explicó. “Yo disfruto de mi trabajo y la verdad que los yacaré son como mis animalitos. La gente aquí me conoce y sabe que en las aguas mandan los yacaré y hay que tener cuidado”, finalizó.

Lugareño: “Don Fausto se merece el respeto de todos”

En la ciudad de Itá casi todos conocen a don Fausto a quien apodan “el hombre yacaré”, porque parece ser es uno más en el grupo de los reptiles.

“Aquí el hombre es un ícono. Solamente él ingresa a las aguas de la laguna. Un hombre que se merece el respeto de todos”, dijo a Crónica Mario Arrúa, lugareño.

El avistamiento de yacaré en la laguna de Itá es uno de los nuevos atractivos turísticos que tiene desde hace algunos años la ciudad, sumado al cántaro y la miel, que es lo que tradicionalmente identifica a la población local.