DESCUBRIMIENTOS. Los científicos van haciendo descubrimientos que dejan indicios de la existencia de vida más allá de la Tierra.

¿Mito o realidad? ¿Existe el alma? ¿Y pesa realmente 21 gramos? En 1927, los periódicos Boston Sunday Post y The New York Times sorprendieron con la noticia de que Duncan MacDougall, un médico de Haverhill, Massachussetts, habría “demostrado” que el alma humana pesaba alrededor de 21 gramos, después de realizar un estudio científico.

Según tal teoría el cuerpo humano estaría habitado por tres clases de almas: el alma concupiscible, el alma irascible y el alma racional, ubicadas respectivamente en el vientre y bajo vientre, en el pecho y en la cabeza. ¿Pero realmente tiene el ser humano alma? Esa parte más metafísica del ser humano sigue siendo un misterio, por más de que se den diferentes teorías y creencias al respecto.

Los científicos nos dicen que el ser humano, cuando muere, pierde una parte de su peso que no se sabe bien las razones y que es común: 21 gramos. Las investigaciones del doctor MacDougall, publicadas en su “teoría del peso del alma”, af irman que “toda persona pierde 21 gramos en el último minuto de su muerte”, y que “equivaldría al alma o espíritu que se ha desligado del cuerpo carnal de la persona”. Todo ello en base a una experimentación con personas moribundas pesadas antes y después de morir.

¿CÓMO LO HIZO?

Douglas ideó una balanza para pesar a los moribundos que era muy exacta y que la hacía extremadamente sensible a las variaciones de peso. El doctor colocó en ella a seis enfermos terminales, y los pesaba durante los últimos momentos de su vida (antes, durante y después). El resultado fue muy sorprendente: todos perdían 21 gramos justo antes de morir.

En opinión de los científicos esos 21 gramos perdidos se explicarían debido a que, una vez producido el óbito, el fallecido ha exhalado todo el aire que tenía en los pulmones, otros indican que es a causa de la relajación de los esfínteres… Hipótesis descartada debido a que los gases no pesan esos 21 gramos.

En función de ese misterioso peso que se pierde, ¿a qué se corresponde ese peso? ¿A dónde irá nuestra alma? ¿Existirá realmente la reencarnación?… Y la pregunta más buscada: ¿Tenemos alma? Se demostró que el cuerpo pierde 21 gramos, sorprendentemente con precisión, pero el porqué sigue siendo un misterio.

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• Fuente: Eco Esfera.