MUESTRA. El proyecto fue presentado en la 17.ª Exposición Internacional de Arquitectura de La Biennale di Venezia.

El humano quiere conquistar más y más. Para los ricos y poderosos, el espacio es una obsesión. Desde hace unos años escuchamos sobre proyectos de crear hoteles y residencias fuera de nuestro planeta. Suenan a locura. Sí, pero no paran. ¿Creés que lo podrían lograr, algún día? Sus financistas creen que sí. Elon Musk quiere descubrir Júpiter para comprobar si se podría habitar en un futuro; Jeff Bezos hizo un viaje relámpago al espacio hace un par de meses con una nave de su propia compañía Blue Origin; Richard Branson también lo hizo en una de sus aeronaves.

Ahora, un conglomerado europeo está con un proyecto de crear un asentamiento humano en la Luna. El estudio Skidmore, Owings & Merrill (SOM) diseñó, junto con la Agencia Espacial Europea (ESA) y el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) Moon Village, diseñaron el primer asentamiento humano permanente en la superficie lunar. El proyecto lo presentaron en la 17.ª Exposición Internacional de Arquitectura de La Biennale di Venezia. Se llama Life Beyond Earth. El responsable de la corporación, Colin Koop, dijo: “Imaginar cómo las nuevas tecnologías y un enfoque colaborativo para la exploración espacial humana podrían crear nuevas formas de comunidad”.

Estas nuevas casas se muestran con un diseño inflable que permite comprimirlas para su transporte en cohete y luego inflarlas a su tamaño completo una vez llegados a la Luna. Contarían con interiores abiertos que optimicen la experiencia de vida, tendrían una altura de cuatro pisos e incluirían elementos reconfigurables, techos altos, espacios de trabajo, escaleras y barras de agarre para ayudar a moverse con la baja gravedad.

“Nuestros diseños de módulos habitables surgen no solo de las limitaciones de la ingeniería, sino también de la comprensión de la experiencia humana, del compromiso de crear un entorno que brinde todo lo que uno necesita para sobrevivir y prosperar en las condiciones más extremas”, explicó Daniel Inocente, diseñador senior del estudio.

Para obtener energía se aprovechará la luz solar y el agua almacenada en los cráteres lunares permanentes sombreados cerca del Polo Sur se extraería para crear aire respirable y combustible para el transporte y las actividades industriales.

El trabajo de este estudio comenzó en 2018, pero durante estos años se ha ido revisando y sometiendo a un exhaustivo estudio para hacerlo realmente viable. Hay que tener en cuenta cosas como la radiación ionizante del sol a la que está expuesta este espacio, así como el polvo lunar que resulta abrasivo y pegajoso.

El primer gran reto que se plantean es cómo llevar todo el equipo, cuya masa es superior a las 58 toneladas, ya que actualmente no hay versiones capaces de transportarlo. Para ello, se están considerando la nave de Space X o el Sistema de Lanzamiento Espacial de la NASA. Una vez que el primer hábitat esté allí, se prevé crear módulos adicionales customizados para la investigación, el turismo o la fabricación de productos.

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• Fuente:
• ABC de España.