Luego de 5 largos días de búsqueda, el cuerpito del pequeño Iker, de 2 años, fue hallado en aguas del río Paraná, en Ciudad del Este, en la tarde de ayer. El menor había desaparecido el domingo último cuando cayó desde una ventana a un arroyo que estaba al lado de su vivienda y desde entonces sus padres, bomberos de la zona y hasta buzos de la Itaipú Binacional lo buscaron día y noche.

Félix Duré, subcomandante de la base naval de Ciudad del Este, contó que el cuerpo fue hallado cuando flotaba en el río y era arrastrado aguas abajo, además se encontraba sumamente hinchado por el efecto de estar en agua varios días.

El fiscal Juan Daniel Benítez afirmó que el cuerpo del peque sería sometido a una revisión forense para ver si tiene o no rastros de violencia. “A partir de ahí vamos a analizar algunas responsabilidades en el hecho”, dijo el fiscal Benítez refiriéndose a una posible causa por violación del deber del cuidado por parte de los padres.

El pasado martes, personas que vieron el cuerpo del niño flotando en la zona del río Paraná dieron aviso a las autoridades quienes llegaron tarde al lugar y para ese entonces el cuerpo ya había sido arrastrado nuevamente por la correntada.

Finalmente, el pequeño Iker, que había cumplido dos añitos el pasado junio, será velado por sus familiares y tendrá cristiana sepultura.