Pobladores y devotos a la Virgen de Caacupé empiezan peregrinación y hablan sobre los movimientos raros en la zona de los cerros.

La peregrinación volvió a Caacupé desde que el maldito virus dio un gran respiro. Después de casi dos años muchos están volviendo recién hasta la Villa Serrana para poder cumplir con las promesas.

El trajín comenzó y la caminata, como todos saben, no es la más fácil debido a todas las dificultades que se tienen que sortear, especialmente en el km 45, en pleno cerro de Caacupé. Y es que además de la arribada, el rollo sabe sobre lo especial de este lugar debido a las diferentes situaciones, en muchos casos paranormales, que se experimentan en esta zona.

José Aquino, poblador de la zona, contó que desde hace mucho tiempo pasar por el cerro de Caacupé resultó ser el peor desafío debido a los diferentes movimientos que se sienten.

Explicó que ante la situación, muchas personas cuando llegan a este lugar ya se ponen en actitud de oración para que nada, ni nadie les asuste ndajeko. “Hay muchas cosas raras luego por ahí. Generalmente la gente sube en grupo, o mínimo entre dos, y lo que hacen muchos es empezar a rezar cuando suben el cerro, para que no les aparezcan fantasmas”, relató el hombre.

Contó que en ese trayecto existen muchas casas llenas de espíritus que lo único que hacen es espantar a los devotos cuando se van a cumplir su promesa. “Hay mucha gente que se murió, o se suicidó por ahí, es muy oscuro luego. Por eso no es recomendable subir solo. Por sobre todo hay que tener un rosario y rezar para que no veas nada”, detalló.

Las casonas son ideales para el mal

Nancy Espínola comentó que existen al menos dos casas abandonadas, divididas por el asfalto, en este gran cerro en donde se practica la maldad pura por medio de los trabajos de macumberos.

La mujer explicó que ante la situación de abandono de las viviendas, muchas personas lo utilizan para realizar ritos extraños, tras lo cual dejan las casas regadas de velas de todos los colores y ofrendas que se realizan a algún ser extraño. “Si entrás a las casas encontrás de todo, hay velas por todos lados, monedas, animales muertos y ofrendas en canastas, es de terror lo que la gente hace ahí”, reveló la mujer. Aseguró que una de las mejores opciones es intervenir el lugar y evitar de alguna manera el ingreso de las personas ñaña que practican su macumba ahí.

Motoqueiros avei son víctimas de las “sombras de la noche”

Por su parte, Arnaldo Gómez aseguró que no solo los peregrinantes son víctimas de estos seres que viven en los cerros. Contó que vive en la zona de la Basílica y todos los días tiene que pasar por el cerro para dirigirse a su trabajo y ya le tocó vivir todo tipo de situaciones. “Ya vi de todo, pasé por el cerro y me crucé con todo tipo de gente y espíritu”, dijo el joven.