CIRO ACUÑA. Corresponsal

Un día más de trabajo en la cantera de Santa Librada, cerca de Ñumí, en el departamento de Guairá, en la zona de la cordillera del Ybytyruzú. Como todos los días, ahí estaba presente Cristian Núñez, quien desde hace al menos tres años se encuentra en medio de esa gran excavación entre piedras.

“De repente todo empezó a temblar. Fueron dos o tres segundos. Yo pensé que eran las piedras de arriba que caían, pero después me fijé y me di cuenta que nada se movía. No me asusté. No me dio tiempo a nada, se me movían mis piernas” comenzó relatando este hombre de 37 años y padre de familia.

Su mirada se pierde en medio de las piedras como tratando de encontrar alguna explicación. Pero solo el viento que rebota contra los lados le “soplan” una realidad: “en todo este tiempo que estuve acá, nunca antes había vivido algo así. Fue todo muy raro”.

No estaba solo. En las inmediaciones del lugar se encontraban al menos otras cuatro personas, pero en la parte alta. “Parece que nadie sintió nada en las oficinas. Me acerqué, les pregunté y no me dijeron nada” comentó  Núñez.

Don Aristides Silvero (60) fue otra de las personas que sintieron en carne propia lo que fue el temblor. “Yo venía con mi caballo y de golpe empezó a temblar todo. Pensé que era por la cantera, pero después me acordé que no había nadie ahí. Me asusté un poco por cómo reaccionó mi caballo, pero fue rápido”.

2,5 GRADOS

El laboratorio de Sismología de la Universidad Nacional de Asunción registró un ligero sismo poco después del mediodía de ayer. En la famosa escala de Richter marcó 2,5 grados. De acuerdo a lo mencionado por los geólogos de la UNA, esto se debe a una falla que se produjo en una placa de piedras muuuy por debajo de la superficie.

 “EL CERRO SE ‘SENTÓ’ 2 METROS”

Hace casi una década atrás se dieron otros movimientos que dejaron a todos con la boca abierta. Uno de los que pudieron sentir en aquel momento cómo el cerro se hundía fue Anastasio Benítez, un poblador de la zona que tiene incluso una chacra en el lugar.

“Una vez el cerro se ‘sentó’ 2 metros por ahí. Yo supe bien porque tenía mi cultivo en el lugar y se fue todito. Entró todo bajo la tierra. La gente a veces no te quiere creer, pero nosotros que estamos en el día a día nos damos cuenta” comentó Benítez.

Apuntando hacia el “culpable” de haberse llevado todo su sembradío, comentó que “no fue la única vez que el ‘Kurusu Cerro’ se movió. Pero nadie vino nunca a ver qué es lo que pasa”.

BLANCO Y CON FUEGO

El sereno de la cantera, don Crispín Delvalle, a sus 76 años ya vio muchas cosas en el lugar, pero una de las que más le llamó la atención fue hace unos tres años atrás, cuando sobre la cima del “Kurusu Cerro” apareció “algo” que no supo decir bien de qué se trataba.

“Vi algo encima del cerro. Era blanco. Y después de eso se vio como fuego que salía. Una llamarada grande. Un ratito nomás duró todo. Pero a partir de ese momento se dieron cosas extrañas en el lugar. Lo que pasa es que cuando yo le dije a la gente lo que había visto, nadie me había creído” comentó don Crispín.

Es por eso que para él el temblor que se dio ayer “no es nada raro. Y no creo que sea la última vez que pase. Acá pasan cosas muy raras, pero nadie nos hace caso”.