Un jefe de comisaría se encuentra debatiéndose entre la vida y la muerte, luego de recibir un disparo presumiblemente de escopeta y dos refilones en la cara y el pecho. La bala quedó alojada en el cerebro.

Se trata del sub’o superior Julio Ignacio González Quiñónez, jefe de la Comisaría 53.ª, quien acudió a un llamado de auxilio sobre un caso de robo domiciliario ocurrido en la compañía Curuzú Esteban del distrito de San Pedro del Paraná, donde resultó víctima don Néstor Javier Vera Servín.

Dos delincuentes que al ver la presencia policial se internaron en una zona boscosa y los agentes iniciaron una persecución, por lo que los malandros en un intento de evitar que los sigan abrieron fuego contra los uniformados. Estos decidieron responder de la misma manera.

En medio de la balacera, Julio Ignacio recibió inicialmente un refilón en el pecho, al realizar un giro recibió el segundo en la cara y, finalmente, un impacto que ingresó por la parte trasera de la cabeza, quedando alojada en su cerebro, informó el comisario Juan Baruja.

Agentes de la Comisaría 7.ª acudieron rápidamente al sitio y trasladaron al capo policial hasta el Hospital Regional de Encarnación, de donde fue derivado al Policlínico Rigoberto Caballero de la Capital, donde se encuentra internado en estado reservado.

SE LE CAYÓ CELU A UNO

El sub’o mayor Alcides Delvalle, subjefe de la 7.ª, comentó que los asaltantes abandonaron la motosierra robada y se abrieron con una escopeta. Mencionó que a uno de los delincuentes se le cayó un celular que está siendo peritado para dar con al menos uno de ellos y lograr su detención.