El agua no para de ganar terreno. Las constantes lluvias más los caudalosos ríos que siguen vertiendo sus torrentes en el cauce del río Paraguay, hicieron que el mismo ya haya alcanzado los 7,81 metros en la víspera, creciendo a cada hora que paso.

Esto hace que la situación sea cada vez más caótica, y de acuerdo a lo que están anunciando las propias autoridades, se podría llegar a los 8 metros antes de fin de año si siguen las lluvias intensas, es decir, apenas un metro menos de lo que fue aquella dramática situación que se vivió en mayo del 83.

En la zona de La Costanera, la crecida está a solo unos centímetros de llegar a la capa asfáltica, en tanto que en otros puntos, como el puerto de Asunción, el oleaje hace que el muelle empiece a ser ganado por el agua, e incluso, ya en el interior del edificio, la escalera que conduce a la parte baja del puerto quedó totalmente abnegada, juntándose incluso un montón de basuras en el lugar.

Lo mismo sucede en Puerto Falcón, donde la Dirección Nacional de Aduanas (DNA) está al borde de quedar bajo agua. Sin embargo, por ahora, las operaciones aduaneras se mantienen, al igual que los trabajos a realizar en la Dirección de Migraciones.

En el lugar, las aguas del río Pilcomayo incluso ya pasan por sobre la ruta que conduce a las instalaciones, y varias casas quedaron bajo agua. A ello hay que sumarle en la zona la situación crítica de Nanawa, hoy por hoy abnegada y casi totalmente bajo agua.

SEGUIRÁ

De acuerdo a la dirección de Meteorología, tanto en la fecha como mañana y pasado se anuncian precipitaciones ocasionales, lo que hará que siga aumentando el nivel del río. Para el martes el clima dará tregua, pero desde el miércoles nuevamente se tendrán chances de caída de agua.

DAMNIFICADOS

A medida que las aguas siguen subiendo, también crece el número de damnificados. Incluso, se habla que está a solo centímetros de la marca que obligará a sacar a todas las personas que aún quedan en la zona de los bañados. Hasta ayer, se hablaba que solo en Asunción ya fueron evacuadas alrededor de 100 mil personas, en tanto que, a nivel país, la cifra sería cuatro veces más grandes.

Actualmente existen cerca de 120 refugios que están colmados, y los números siguen subiendo teniendo en cuenta que a más de la capital, son varios los departamentos que están en crisis, y para los cuales se decretó el estado de emergencia por parte del Estado.

TEMPORAL

El sur del país se vio fuertemente castigado por un feroz temporal que sacudió todo entre la noche del 23 y las primeras horas del 24, siendo las ciudades más afectadas las de Pilar y Alberdi, que se encuentran al borde del colapso, lo que significaría tener que realizar una evacuación total de las mismas.

El departamento de Ñeembucú quedó a oscuras tras el temporal que derribó 23 torres de alta tensión de 66.000 voltios y más de 130 columnas de media tensión de 23.000 voltios.

El titular de la Secretaría de Emergencia Nacional, Joaquín Roa, junto a su equipo a efectos proveyeron a las autoridades locales insumos de ayuda humanitaria para las familias afectadas por la inundación súbita, generada por las intensas precipitaciones.

La SEN entregó 150 carpas y 800 kilos de alimentos no perecederos -consistentes en aceite, arroz, azúcar, harina, fideo, yerba, poroto, panificados, carne conservada y sal- al intendente de Pilar, Alfredo Stete, quien será el encargado de distribuir los insumos a las familias damnificadas.

Por su parte, la Ande destinó 2 generadores durante la tarde de este jueves a la capital del departamento de Ñeembucú, Pilar, para reactivar las motobombas. Una de ellas fue al barrio San José y otra al barrio Obrero.