Imagen ilustrativa.
El pasado 11 de agosto, Daniel Fitzpatrick, de tan solo 13 años, decidió poner fin a su sufrimiento.
Un mes antes de quitarse la vida escribió una carta en la que relataba el acoso que había sufrido de varios compañeros de colegio y la falta de acción por parte del centro educativo.
Fue su propia hermana quien descubrió a Danny ahorcado con una correa, en la azotea del edificio donde vivía con su familia en Staten Island, Nueva York.
Sus padres encontraron la nota suicida de su pequeño hijo y la dieron a conocer a la prensa local. “Me rendí”, decía parte de la nota.
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