SHOWMAN. Juan Bautista Castillo, conocido como “Toto” entre sus amigos, pero Nizugan en el mundo del espectáculo. Aunque muchos lo llamen “el papá de Cachito”, Nizugan cuenta que el recuerdo de la gente siempre es lo más lindo.

Nizugan estuvo ayer de cumpleaños. El actor teatral, ilusionista, ventrílocuo, cantante, compositor, poeta, hipnotizador, ere eréa, cumplió 79 años. “Festejo con los familiares, amigos y colegas con un gran pira je’u”, cuenta don Nizugan.

En esta época, el mago se sorprende por cómo vienen los saludos. “Impresionante es la cantidad de felicitaciones que recibo por Facebook. Ahí es todo más rápido y puedo recibir hasta saludos de colegas que están en Estados Unidos”, cuenta Nizugan.

– ¿Nizugan sigue haciendo shows?

– ¡Sí! Y con muchas ganas. Mañana (por hoy) tengo dos funciones. Ya no hay juventud, pero hay experiencia.

– ¿Sentís que la gente te quiere por la calle?

– Sí. Anoche (por el viernes) fui al acto escolar de uno de mis nietos y luego fuimos a cenar al centro. Y era impresionante cómo la gente venía y me saludaba. Como yo casi no salgo tanto a cenar, me sorprende eso.

– Te preguntan por Cachito seguramente…

– Es lo primero que hacen.

– ¿Y dónde está Cachito?

– Está siempre trabajando conmigo.

– ¿Cuántos años ya tiene Cachito?

– Él nació en octubre de 1972. Ya tiene sus años. Todos le tratan como un niño y en casa también. Es uno más de la familia.

– ¿Cuál es la mayor diferencia entre los cumpleaños de antes y los de ahora?

– Hay demasiada diferencia. Yo introduje los cumpleaños con animación. Antes era irse a tomar chocolate, comer galletita y un budín que era la torta. No había las tortas que ahora conocemos. Después yo empecé a hacer los shows en los cumpleaños. Hoy en día cualquiera se viste de payaso y no tiene ni preparación. Imita nomás lo que hace otro y ni siquiera sabe cómo tratar a los niños.

– ¿Qué le falta hacer a Nizugan o ya hizo todo?

– Siempre me queda algo en el tintero. Por suerte tengo un hijo que sigue mi misma vocación y él ya hace las grandes ilusiones como las apariciones de las quinceañeras en sus fiestas, y con eso me conformo.

EL HERMANO DE CACHITO

“Antes de Cachito tenía un muñeco que se llamaba Pantaleón González, el que rompe todo si no le sale. Era un muñeco re-tie’y. Era el hermano mayor de Cachito, pero él ya no está. Una vez tuvo la desgracia de que se inundó mi depósito y como ‘Panta’ era de papel madera, hykuepa y se destruyó”, contó Nizugan.

EPIGRAFE

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