CAPIIBARY. Desesperados. Así están los pobladores de la calle 25 de Diciembre de esta ciudad, quienes directamente ya no pueden vivir de los mosquitos, que si bien es cierto no tienen tenedor y cuchillos, ¡se comen a la gente!

“Hace dos noches que no duermo y ya no sé más qué hacer” decía con los nervios a flor de piel don Idalino Marmori, por no poder descansar como corresponde. Aseguró que los vecinos padecen la misma situación, y lo que más les preocupan es que hay muchas mujeres y niños que son víctimas.

“Es imposible parece pelear con ellos. De todo ya probamos, pero lo mismo desastre nos hacen. Aunque sea una noche quiero volver a dormir” decía con dolor don Idalino.

Liliana Benítez contó que le siguieron con veneno, pastilla para los mosquitos, espiral, tabaco, mosquitero, ventiladores y hasta la famosa bosta de vaca que se le prende fuego para que el humo les espante. Pero los ñati’û vare’a andan como si nada.

El encargado del área del Senepa en esta ciudad, Juan Carlos Velázquez, afirmó que ellos solo realizan rociado cuando hay alerta epidemiológica. “Normalmente lo que hacemos es verificar la zona y coordinar los trabajos con los pobladores. Si hay algo que compete a esta institución lo estaremos cumpliendo” he’i.

Un caso sin precedentes, he’i

Los pobladores dijeron que nunca pasaron por una situación como esta, por lo que están sorprendidos. Aseguran que un cauce de agua que va junto a la calle, y que se extiende por un kilómetro, podría ser una de las causas del porqué hay tanto ñati’û vare’a. Otro de los temores es que la gente mayor se enferme de dengue o enfermedades similares.