Cebando tereré y mirando atentamente a su papá trabajar es como Juan Wieler (55) empezó a amar la profesión de taxidermista, es decir, el disecado de animales muertos, trabajo que viene haciendo hace 25 años. Lo heredo de su padre, quien estuvo haciendo la misma labor por 30 años de su vida.

Desde los animales de gran tamaño como leones, tigres o yacaré, hasta aves o serpientes, pasaron por las manos de don Juan, como lo llaman sus compañeros de trabajo, con quienes comparte todos los días en el taller del Jardín Botánico y Zoológico de Asunción.

Mostrando los animales disecados que se encuentran en el museo natural del zoológico, Juan contaba que cada uno son anécdotas para él, ya que el trabajo de la taxidermia es largo y se debe hacer con mucho cuidado, por los químicos que se utiliza para que quede como si el animal estuviera vivo.  “Se le saca toda la parte de la carne, se le vacía por completo y así es como se empieza. Todo lo que uno ve acá (en el museo) eran parte del zoológico. Algunos de estos los hizo mi papá y otros los hice yo”, contó Juan.

Aseguró que el trabajo que más tiempo le llevó hacer fue el de los leones Congo y Rubio, que eran animales muy hermosos y queridos del lugar. Resaltó que, según cuenta la historia, el primer animal que llegó al zoológico fue la de un yacaré, en las primeras décadas del 1900. “Hay que tener pasión y querer hacer, además que hay secretos que solo un profesional siempre sabe para que todo quede como si estuviera vivo”, terminó diciendo.

Están atentos a la seguridad

Mary Llorens, directora del Jardín Botánico, contó que la concurrencia de visitantes, entre turistas y estudiantes de los distintos puntos del país es increíble y se siente orgullosa de ello. Resaltó además que en compañía de las autoridades municipales y policiales siempre están al cuidado de la seguridad de las personas que ingresan al predio para poder recrearse. Añadió que en caso que lleguen a atrapar a los yaguaretes de la zona de Ybycuí van a hacer gestiones para recibirlos en el zoológico.