Aquel 16 de febrero del 2005, el reloj marcaba las 14:33 cuando el barrio Mbocayaty fue testigo de uno de los hechos más escalofriantes de nuestra historia. El hallazgo del cuerpo sin vida de Cecilia Cubas Gusinky, enterrado en el fondo de un túnel en el interior de una vivienda que posteriormente fue “bautizada” como la “casa del terror”.

Pasaron 10 años y nueve meses y este suceso pasó a ser motivo de fe, devoción, veneración y mucha solidaridad en la zona. Hasta hoy en día se mantiene el oratorio que se creó en nombre de “Santa Cecilia” y los milagros, según los lugareños, siguen y siguen.

El santuario fue creciendo con el tiempo y en él acuden niños, jóvenes, adultos y ancianos que van pedir a Cecilia algún tipo de ayuda. Otros para dar gracias por los favores recibidos. “Es el ángel que nos cuida y nos cumple nuestros milagros”, comentó Mercedes Gómez minutos antes de rezar frente al altar de Cecilia.

“En mi vida obró muchísimas veces”, agregó. “Sus devotos llegan desde todas partes del país. Incluso del exterior, como por ejemplo Argentina y Brasil. En especial los fines de semana”, comentó Soledad Escobar, vecina del lugar.

“A mi casa llegan para pedirme botellas o recipientes para llevar el agua del cántaro que ellos dicen que es milagroso”, agregó. “No pasa un día en que llegue gente a rezar y beber del agua del cántaro que traída y bendecida siempre por una hermanita”, acotó Gómez.

CASA DEL TERROR

En el lugar existe una alcancía donde se dejan ofrendas para cuidar y limpiar el lugar donde le rezan a Cecilia, pero sobre todo ese dinero se utiliza para las meriendas que cada tanto se realizan para niños y ancianos, indicó Mercedes Gómez, quien es presidenta de la Comisión pro-albergue Cecilia Cubas”.

Comentó que la idea de la comisión es que la “casa del terror” llegue a convertirse en un albergue de los ancianos de la zona.

“Tenemos en el barrio más de 50 ancianos que necesitan de ayuda. También abuelitos de otras ciudades. Hace mucho que estamos luchando para lograr que esto se convierta en un albergue, pero lastimosamente no recibimos ayuda. Me tienen de aquí para allá, pero nunca pasa nada. Ojalá logremos ese anhelo que tenemos”, agregó.

SANTA CECILIA

Este 22 de noviembre se recuerda el día de Santa Cecilia y en el barrio se preparan para festejar frente al oratorio.

«OFRENDO SIEMPRE»

Una de las fieles devotas de Cecilia es doña Trifina Maldonado de Cano. La doña contó que muchas veces tras encomendarse a Cubas esta le hizo el milagro. “Me sanó de pulmonía y muchas enfermedades que padecí. Es muy milagrosa. Es por eso que siempre voy junto a ella a rezarle”, dijo. “Me hace ganar en la quiniela y eso, pero siempre le llevo a ella como ofrenda”, agregó.