• NOVIAZGO. Gaby Silva estaba saliendo con un pelotero del club General Díaz, con quien la cosa no va bien debido a los chismes de la gente. Dice que inventan cosas para separarlos, donde siempre la modelo es la culpable de todo

Una foto de la modelo Gaby Silva anda recorriendo las redes. En la misma se la ve al lado del pelotero de General Díaz, Gumercindo Mendieta, de quien comenta la cuerona que anda un poco alejada.

– ¿Es foto nueva?

– Sí, pero en estos momentos andamos un poco distanciados. Mucha gente vive pendiente de la vida de un jugador de fútbol y de una modelo, te inventan cosas y se meten en la relación.

– ¿Estás separado por eso?

– Sí, realmente estamos medio mal, a él le cuentan cosas y a mí también. Realmente el noviazgo entre modelo y futbolista es agua con aceite.

– ¿Qué te dicen?

– Y que él escribe con fulana, que se le vio en una disco, pero él no sale. O que por culpa mía baja su rendimiento.

– Por el solo hecho de ser modelo ya sos culpable…

– Sí, que por culpa mía se desconcentra, que no rinde más, que duerme tarde. Que se le ve conmigo a altas horas de la noche, que los problemas que tenemos a él le perjudica. Ahí en el club los tipos tienen pollera. Entre ellos se cuentan todo y si no es cierto, inventan.

– ¿Te tildan de botinera?

– Sí pero lo que pasa es que ellos dicen que nosotras buscamos, cuando la cosa es al revés. Saben que salís con un jugador y ahí te buscan.

– ¿Te escriben otros futbolistas?

– Todo el mundo, todos los jugadores. Él ya me hizo borrar del Facebook, del snap a mucha gente. Eliminé a todos para que no digan luego nada. Es incómodo realmente.

– ¿Vos le mostrás a él los mensajes?

– Claro que sí, y él sabe quiénes me escriben. Realmente en eso nunca tuvimos problemas, pero igual la gente se mete en todo.

– ¿Te molesta que te llamen botinera?

– Por un lado sí me molesta. Porque quiero ser conocida por mi trabajo no porque ando con un futbolista.

– En una ocasión dijiste que nunca más con un botín. ¿Qué pasó?

– Sí, es que salí mal de esa relación. Pero ahora me doy cuenta que es cierta esa frase “nunca digas nunca”. Eso ya aprendí.

– ¿Y qué pasó que él agarró?

– Nosotros ya nos conocíamos porque chateábamos en las redes sociales, pero nunca nos vimos en persona. Una vez nos cruzamos en una disco y ahí empezamos a hablar y al día siguiente salimos y nos conocimos. Ahí empezó todo, me gustó su forma de ser.