• A NUEVE MESES. En febrero, el joven salvó la vida de una mujer y su hijo, pero él pereció en el rescate

ENCARNACIÓN. El domingo se había vuelto gris para una familia, pero un ángel llegó justo a tiempo. Sin embargo, su intervención dejaría a la suya con vacío imposible de llenar desde aquel día en que Luis Miguel Araújo entregó su vida para salvar otras tres, logrando que dos de ellas continúen en este mundo.

Aún retumban sus palabras en la cabeza de doña Cristina viuda de Araújo, con quien Luis –“el malcriado de la abuela como lo “catalogó” su tía, doña Lidia Araújo– había tenido el último contacto telefónico, cinco minutos antes del hecho, como preludiando lo que iba a ocurrir. “Yo no pensé que él se despidió de mí, me preguntó ‘qué vamos a comer abuela’. Me sacaron mi mano derecha, era el destino de él, no saben la falta que me hace”.

A nueve meses de aquel fatídico día, y aún sin encontrar una explicación sobre lo ocurrido, la familia del guardia cuya vida quedó en las aguas del Paraná, finalmente encontrará un merecido homenaje. De mano de la Comuna se instaló en la playa una piedra, donde será colocada una placa para recordación del acto que lo convirtió en un mártir.

“Fueron nueve meses de batallar y tocar puertas de aquí para allá. El jueves pusieron la piedra en la playa” contó Lidia, asegurando que durante el día de hoy llegará doña Isabel Araújo, madre del joven, desde Buenos Aires para participar del acto que se llevará a cabo mañana en la tarde.

MERIENDA

Lidia comentó que tras el acto donde familiares y allegados brindarán algunas palabras en honor a Luis, doña Cristina ofrecerá una merienda para todos los presentes en conmemoración del joven.

REUNIÓN

Lidia comentó que desde las 15 horas de mañana, familiares, amigos, allegados y la ciudadanía en general se reunirá en la casa de la madre ubicada en el barrio San Pedro para dirigirse en caravana a pie hasta el sitio donde se encuentra colocada la piedra, para iniciar los recordatorios cerca de las 17:30 horas.

La tragedia se registró en la playa Mbói Ka’ê de la Perla del Sur, el pasado 28 de febrero, cuando el joven de 23 años decidió arrojarse al río para salvar la vida de una mujer y sus dos hijos. Tras poner a salvo a dos de ellos, fue en busca del retoño de 12 años, pero ya no regresó. Los cuerpos fueron rescatados tras varias horas de búsqueda.