Ombogue lomitã kuehe, de tanto trago que le bajaron. Algunos ya no pudieron del cansancio por la ajetreada jornada y el sol les sorprendió a algunos durmiendo en la calle.
Al parecer, hasta el agua del florero se chuparon algunos, atendiendo al clima de 40 grados de calor que a muchos les inspiraba una birra bien fría de cualquier marca. Es por eso que, como siempre, se vio a un montón de gente tirada por todos lados durmiendo.
Como no podía ser de otra manera, los pochontó argelados no faltaron, viéndose alguno de los moquetes “tradicionales” del primer amanecer del año.
Lo positivo fue la rápida limpieza que se dio en lugares claves, como por ejemplo los mercados 4 y de Abasto en Asunción.
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