Tremenda es la situación por la cual están pasando los vecinos del barrio Tablada. Llevan bastante tiempo “nadando entre desperdicios”. Por varias cuadras la calle se encuentra bajo agua y no es precisamente como las de Venecia.
La problemática de los olores poco agradables se extiende de por sí en el barrio, ya que tienen curtiembres y varios frigoríficos. Y para completar los problemas de “fragancias” entra en juego un caño roto del desagüe cloacal de la Essap, que inunda las calles Dublín y Capitán Insfrán.
Según la señora Jorgelina Silvero, una de las vecinas afectadas por esta situación, “es imposible vivir en estas condiciones. En 28 ocasiones ya vinieron a remendar este caño y cada vez es peor”.
La mitad del barrio está con este problema. “En otras casas hasta la rodilla se entran, una asquerosidad es”, expresó la pobladora, quien además relató que los niños son los más afectados que no aguantaban esta situación y que incluso sufrían problemas estomacales y dolores de cabeza.
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